Dos goles, tres mano a mano más con el portero que se fueron al limbo y la conclusión de que este Ronaldo versión Brasil sí marca las diferencias. Este Corea del Sur-Brasil en Seúl nos trasladó al mes del Mundial. La misma sesión matinal y el mismo Brasil. El Ronaldo que hace cuatro meses recuperó la corona de rey y la selección brasileña que le entiende de maravilla.

Zagallo no se complicó la vida. Cambió el esquema de Scolari con un 4-4-2 más clásico en Brasil, pero sin más sorpresas. Cafu y Roberto Carlos en las bandas y Lucio y Edmilson en el centro de la defensa. El nuevo esquema sirvió para dejar fuera a Roque Junior, bendito sea Zagallo. Gilberto Silva y Kleberson en la conducción de juego, Ronaldinho con libertad, Zé Roberto cerca de la banda izquierda, Amoroso en la función de Rivaldo y Ronaldo a lo suyo. Siempre atento al último central coreano para explotar su arranque explosivo y quedarse en un mano a mano con Lee Won Jae.

Pases largos

El centro del campo brasileño conocía la consigna dada por Zagallo y lo hizo bien, con pases a la espalda de los centrales. Primero Amoroso, Ronaldo fuera. Después Lucio, regate de Ronaldo a Lee Won Jae y zurdazo fuera. Luego Zé Roberto y Ronaldo gol. Error de la defensa coreana y Ronaldo fuera. Edmilson en largo desde el centro de la defensa y Ronaldo gol. Cuatro pasadores brasileños distintos para cuatro mano a mano de Ronaldo. Si Brasil no juega para él, que alguien me lo explique. Y Ronaldo lo agradece con una actitud positiva, ofreciéndose siempre y con su velocidad en corto.

El resto del equipo, solo discreto. Roberto Carlos jugó con el freno de mano puesto y Brasil ganó el partido porque fue el único que lo buscó al final y por un penalti regalado.

A un gol de los 48 de Zico

Ronaldo se quedó ayer a un gol de igualar los 48 tantos que su compatriota Zico marcó en partidos oficiales de la selección nacional. Zico y Ronaldo son superados en toda la historia del equipo amarillo por Pelé, autor de 77 tantos y Romario que ha conseguido 54 dianas.