El balón de gol tiene que venir de Figo

Primera | Barcelona - Real Madrid

El balón de gol tiene que venir de Figo

El balón de gol tiene que venir de Figo

Con cuatro asistencias es el mejor pasador del Madrid. Lleva tres goles

Luis Figo. 82 asistencias en 242 partidos en la Liga española. Tres tantos y cuatro pases de gol en la actual edición. El portugués debería dar el pase de gol en la visita a Barcelona. No en vano, es el máximo asistente del equipo y de la Liga. De su pie derecho salen una media de 12 centros al área en cada partido (95 en ocho jugados este año), por lo que su banda derecha se convertirá en un hervidero de pasiones. Por eso y porque es el tercer jugador que más faltas ha cometido en el Madrid en lo que va de campeonato (19) y también el tercero que más recibe (17). Por lo tanto, Figo estará continuamente, si no se esconde, en el punto de mira de la afición. Estadísticamente, si el portugués marcara hoy, el Madrid tendría prácticamente la victoria asegurada, ya que en Liga lo ha hecho en 42 partidos y sus equipos (Madrid y Barça) han obtenido 40 victorias y dos empates en esos encuentros.

El hombre más letal con el que cuenta Vicente del Bosque tendrá toda la presión del Camp Nou a sus espaldas. ¿Un arma de doble filo para el Madrid? Puede ser, si Figo consigue optimizar los rugidos en su contra de los 100.000 aficionados que poblarán el estadio blaugrana. Caerán objetos al campo, el árbitro estará presionado y el Madrid, en caso de tener el marcador a favor, podrá controlar los tiempos del partido. En el encuentro de la gran pitada, Figo entró en juego 40 veces. Sólo tiró una falta y disparó dos veces a puerta sin acierto. No centró, no se fue ni una sola vez. La presión le pudo. Figo quiere revertir hoy aquella situación. Se espera al mejor portugués.

La última vez el público lo anuló

Figo se vio inmerso en un auténtico vendaval la última vez (y primera) que visitó el Camp Nou vestido de blanco. El rugido del público llegó hasta los 112 decibelios y en la retina de todos los aficionados aún persiste la imagen de Figo tapándose los oídos. Los mayores problemas para el portugués se produjeron a la hora de sacar los córners. El ambiente le pudo y completó un encuentro gris en el que Puyol, su perro de presa, le anuló por completo. Son los peores recuerdos de Figo.