Paco Flores ha recuperado la tranquilidad. Se le observa calmado, más relajado, menos nervioso. Está convencido de las posibilidades del Zaragoza y no duda en pregonarlas. Eso sí, como a sus jugadores, tampoco le obsesiona alcanzar rápidamente el liderato. Quizá porque cree que es sólo cuestión de tiempo. "Tarde o temprano acabaremos siendo líderes. Eso lo tengo muy claro. Por eso lo importante ahora es empezar a marcar diferencias con el cuarto clasificado", sentencia.

"Otra cosa —añade— es la satisfacción que el primer puesto provocaría en el Zaragoza. El mérito será de todos los jugadores y de la entidad".

La posición de privilegio que ocupa ahora el Zaragoza se percibe a simple vista en el equipo. Nadie va con el paso cambiado y todo el grupo mira convencido hacia el horizonte del ascenso. Ahí Flores sí que reclama su parte: "Sí, tenemos un ambiente extraordinario. Y eso es básico para los éxitos deportivos. No es por ponerme medallas, pero yo tengo una parte de culpa muy importante en el buen ambiente del equipo. Creo que he colaborado a ello de una forma decisiva".

El técnico confía en que su equipo prolongue su racha de resultados en el Nuevo Vivero, aunque alerta sobre los peligros del Badajoz: "Es un equipo muy seguro atrás y que sabe mantener los resultados. Si consiguen adelantarse en el marcador, son muy peligrosos. Además, tiene un par de jugadores, Xavi Moro y Molist, que siempre me han gustado".

El Zaragoza lleva ya cuatro partidos sin encajar un gol, una circunstancia que Paco Flores considera decisiva en la remontada del equipo. "Los campeonatos, como decía un viejo entrenador inglés, los ganan los sistemas defensivos. Y yo me mantengo en eso. La seguridad atrás es el primer requisito para ganar un partido. Luego, todo es una cadena: ganas y los rivales cada vez te tienen más respeto".