Todo se quedó en un susto. Soriano sufre una contusión en el hueso de su rodilla izquierda, aunque durante buena parte de ayer se especuló con que se hubiera roto el menisco externo y tuviese afectado el ligamento cruzado. El cambio es considerable: de los cuatro meses que hubiese supuesto la confirmación de las previsiones más pesimistas se ha pasado a una semana de reposo, lo que hace posible su presencia ante el Xerez en el próximo encuentro de La Romareda.

El jugador se lesionó solo y eso era lo más preocupante. Se disputaba la segunda parte del partidillo entre el primer equipo y el filial. Fue justo en su inicio, cuando buena parte de los teóricos titulares se estrenaban sobre el terreno de juego. Mientras la atención del juego obligaba a mirar a la banda, el canterano yacía en las proximidades del círculo central. Nadie sabía qué había pasado. Ni una entrada ni un leve encontronazo del que sospechar. Había un futbolista en el suelo, con evidentes muestras de dolor. Era Soriano.

"Salí a presionar al central que sacaba el balón. Al verme avanzar, mandé un balón largo a la banda y, cuando quise girarme para volver a mi posición, se me ha quedó clavada la pierna", explicaba el propio lesionado. "Me asusté bastante, porque no podía girar la rodilla y el dolor era intenso". El susto fue para tener mal cuerpo durante toda la tarde. La idea de pasar varios meses sin un jugador básico en el engranaje del equipo invitaba al desasosiego.

Sólo quedaba esperar a las pruebas, que se le realizaron a las 19:00 horas en la clínica Quirón y confiar en las palabras del doctor Villanueva. Y éstas llegaron para alivio de muchos: "El resultado de la resonancia nuclear magnética a la que se ha sometido a Soriano revela que sufre una contusión ósea en el platillo tibial externo de su rodilla derecha. Sólo permanecerá una semana de baja".