Rotación forzada

Primera | Real Madrid - Recreativo

Rotación forzada

Rotación forzada

macario muñoz

Roberto Carlos, Hierro, Makelele y Ronaldo, bajas en el Madrid - El Recreativo llega al Bernabéu vestido de cordero

Es curioso el Madrid. A fuerza de fichajes galácticos y estrellas rutilantes se ha convertido en un equipo tan sofisticado, tan glamouroso y tan de etiqueta que los aficionados, acostumbrados a las huevas del caviar (que no huevos), sueñan a veces, de forma inconfesable, con los huevos con chorizo. Pese a la fascinación que produce lo que hay en el campo, deslumbrante, el seguidor sigue mirando de reojo al banquillo, intrigado, como si en esos jóvenes (de Portillo a Miñambres) estuviera el punto de revolución que le falta a un equipo demasiado opulento.

Por eso las bajas de hoy (Roberto Carlos, Hierro, Makelele y Ronaldo) no significan un achaque sino una renovación, y diré que fundamental. Porque el Real Madrid titular parece demasiado obsesionado por ser genial, eso o nada, y la falta de términos medios le colapsa muchos caminos, como se vio ante el Lokomotiv.

Raúl Bravo y Guti serán hoy una ráfaga de aire fresco, como lo ha sido ya la pareja Helguera-Pavón, más dinámica que fórmulas anteriores. Incluso en Flavio habría que tener esperanzas: yo una vez le vi jugar un gran partido, con el Depor en el campo del Betis, en 1999; sí, creo que era él.

Pero da vergüenza tanto análisis espiritual del Madrid cuando se espera la visita del Recreativo (otra vez los huevos con chorizo), el equipo con más mérito de Primera pues ninguno vive (sobrevive más bien) tan por encima de sus posibilidades.

La existencia del Recre, su ascenso y ahora su pelea agónica por no descolgarse, recuerdan que hay otro fútbol de cara lavada al que no le ponen nunca el We are the Champions. Los más modestos escuchan otras canciones: Hay que ser una piña o Somos once contra once, temas no tan pegadizos pero que se entienden perfectamente. Y además, en algunas ocasiones (pocas, es cierto), hasta son verdad.