Lo mínimo lo convierte en máximo. Es un fenómeno”. Palabras de Gregorio Manzano sobre Makaay. Ayer una ocasión y un gol. Es el colmo de la efectividad. También Pellegrino avisó el día antes de que Makaay era el delantero más en forma de la Liga. Anoche se lo demostró. En el gol, el argentino no pudo frenarle. Las estadísticas finales eran demoledoras a favor del Valencia, pero no tienen arriba a Makaay.

El Valencia se volcó sobre Juanmi (que paró un penalti y tres goles, uno a Rufete, otro a Aimar y otro a Vicente) y acogotó al Deportivo, pero se atascaba al darle al gatillo. Eso no le pasa a Makaay, que siempre lo tiene engrasado. Se merece el holandés acabar así el año 2002. Lo peor fue ver otra vez a Valerón tendido en el suelo y quejándose; esperemos que todo se quede en un susto. No se merece el canario volver a pasar por el mismo calvario.

Y es verdad que el Valencia jugó más al fútbol. Y es verdad que tuvo más ocasiones, pero acabó sin ideas cuando Aimar se fue del campo. Y también es verdad que algunos valencianistas se tomaron la justicia por su mano. Lo de Palop arrastrando a Víctor no tiene nombre. Tampoco fue de recibo la patada que Mista le propinó a Juanmi. Al Valenciano no le parecía justo que el Deportivo se llevara los tres puntos, pero es que Makaay no perdona.