"Esto es una familia y me siento valorado"

Entrevista Sergi

"Esto es una familia y me siento valorado"

"Esto es una familia y me siento valorado"

Sergi Barjuán hace un resumen de su experiencia en el Atlético. Se siente bien en la entidad del Manzanares, de la que destaca su masa social. Además, está contento de cómo le trata la gente y pide que le respeten las lesiones para poder jugar más.

¿Le ha dado tiempo en estos cuatro meses que lleva en el Atlético a ver que este club tiene algo de especial?

—La verdad es que sí. Una de las cosas que me he dado cuenta es que el Atlético tiene una masa social única. Y esto atrae mucho a los jugadores. Es un baluarte muy importante dentro de este club y algo que se nota rápidamente.

Todo el mundo que llega nuevo al Atlético dice que valora mucho el calor de la afición. ¿Usted también?

—Hasta que no lo mamas, no puedes llegar a sentir lo que la gente del Atlético siente a su vez. La afición de este club es muy sufridora. Los sentimientos rojiblancos los tienen muy metidos en el corazón y vive a tope el fútbol. Cualquier debacle del equipo influye en su estado de ánimo y cualquier victoria también. Es una gente que entiende de fútbol y lo vive animando constantemente al equipo de sus amores. Ya digo que uno se da cuenta muy pronto del apego que los aficionados sienten hacia su club.

¿Y qué diferencia hay entre la masa social colchonera y la culé?

—Las dos son muy sufridoras. La del Atlético es más caliente, anima siempre. No deja de alentar nunca. La del Barça es más fría, más calculadora.

Y el vestuario, ¿qué diferencias existen entre el del Calderón y el del Camp Nou?

—El Atlético es una familia. Aquí estamos más unidos. En el Barcelona hay mucha gente en la plantilla, casi todos internacionales por sus países. Aquí se palpa un ambiente más familiar, más de amistad, más de ir de cenas de vez en cuando... En el Atlético se vive más el día a día todos juntos. En Barcelona es más complicado, pues hay más partidos y suele costar bastante más.

El Atlético ha hecho, en líneas generales una Liga aceptable y la pena es que ha fallado en los dos últimos partidos, ¿no cree?

—No hemos sabido aprovechar la oportunidad para estar más arriba e intimidar a los rivales. Hay que tener paciencia, pues la ocasión llegará y debemos aprovecharla. Creo que podíamos estar más arriba de donde estamos. A los demás equipos les ha costado mucho ganar al Atlético. Somos un equipo conjuntado, que sabe lo que hace. Hacemos un fútbol digno de ver.

Lo bueno de este equipo es casi todos los futbolistas han tenido su oportunidad...

—Casi todos han jugado, aparte de lesiones. Todos pueden jugar y ayudar al equipo. Es lo bueno, que se han ido alternando futbolistas. El Atlético ha estado dos años en Segunda, pero puede hacer algo importante este año.

Torres, Correa, Dani... ¿Alguno le ha sorprendido especialmente?

—Destacar a algún jugador no me parece ético. Hay futbolistas de mucha calidad, pero la fuerza del Atlético es el grupo, el conjunto. Dani, Petete o Torres tienen gran calidad, en medio campo hay gente que a la que a lo mejor no se valora tanto pero que hace su trabajo... Todo aportan su granito de arena para llegar a la cima.

¿Cómo le ha recibido Madrid?

—La gente en Madrid es muy abierta y te ayuda mucho. Sin llegar a ser amigos íntimos, rápidamente te abren la puerta de su casa. Yo creía que viniendo de donde provengo la gente estaría más tensa. Pero he comprobado que es al revés: aquí me siento valorado como jugador y como persona. En lo demás, Madrid es una gran ciudad, como lo es Barcelona.

¿Y ahora que vive en Madrid ha cambiado su manera de ver los partidos entre el Real y el Barcelona?

—Cambia la lectura. Antes, leía los periódicos de Barcelona y ahora los de Madrid y todos intentan ayudar al equipo de su ciudad. Pero sigo viendo que hay una rivalidad inmensa. Estos encuentros son únicos y de un gran voltaje. Puede pasar lo que pasó el día del Camp Nou, que me parece una desgracia, pues desde hace años no ocurría algo así.

¿Qué es lo que pide para 2003?

—Que el Atlético quede lo más arriba posible. Si podemos ser sextos, mejor que octavos. Y si podemos ser cuartos, mejor que sextos. En el aspecto personal, que las lesiones me respeten. He estado lesionado y cuando no participas con el grupo, te distancias un poco, porque no viajas, no juegas... Además, estoy esperando un niño y confío en que todo salga bien.