Lo de siempre: el árbitro no vio nada

Lo de siempre: el árbitro no vio nada

El Madrid ganó al Atlético el trofeo Indoor de Veteranos en Guadalajara como lo suele hacer siempre. Los madridistas se impusieron a los rojiblancos por la mínima, metidos en su portería y con polémica decisión arbitral en el área blanca. Nada anormal, lo mismo de innumerables ocasiones. En este sentido, el duelo de Veteranos se pareció a un partido oficial, con tres puntos en juego. El árbitro, Núñez Manrique, dejó pasar por alto la entrada de Julio Llorente a Pedraza. Todo el mundo vio que era penalti, incluidos los madridistas, pero lo mejor era no complicarse la vida porque el partido acababa. Seguro que a los Julio Prieto, Sabas, Alfredo y compañía la acción les recordó a tiempos no muy lejanos. ¿Cuántas habrán vivido como la de Guadajalara? La diferencia es que ayer, segundos después de la jugada, todos estaban dándose un abrazo en el centro del campo. Pero Gil estará echándose a temblar, puesto que el día 19 se juega el derby y si pasa esto con los Veteranos...

Y si el equipo de San Román dejó el pabellón bien alto, ¿qué decir del infantil que jugó en Maspalomas? Más de lo mismo. Los chavales se han ganado a pulso la invitación al palco del Calderón y el derecho a pedirle al presidente que se tire el rollo con ellos y tenga detalles. Son el futuro y a todos les dio rabia perder, injustamente, ante el Madrid. Tuvieron al equipo madridista defendiendo con uñas y dientes el 1-0. Atacaron pero no lograron gol. Luego, para el tercer y cuarto puesto, el Atlético volvió a perder de una manera que tampoco le es muy ajena: a los penaltis. Pero esas lágrimas indican raza y que la derrota duele. En el 2003, nuestro año, cambiará la suerte.