Adiós a Santiago Solari

Adiós a Santiago Solari

Parece un hecho ya consumado. Santiago Solari (con unas u otras condiciones) se va del Real Madrid. Y los aficionados madridistas van a sentirlo mucho, porque Santiago Hernán Solari cae aquí francamente bien. Sería muy fácil decir que por su aire simpático y su talante civilizado y educado (algo de lo que no todos los futbolistas pueden alardear; ni por cierto, muchos presidentes de varios equipos) pero lo cierto es que, además, Solari es un jugador muy bueno —aunque no se le haya reconocido el estatuto de crack— y además un trabajador nato del estadio. Un chico que no sólo se ha esforzado por jugar bien en todos los partidos —a menudo consiguiéndolo— sino por hacerlo mejor. Sí, es una pena que se vaya.

Pero supongo que también terminarán yéndose Morientes y Celades (como hará bien en irse Riquelme del Barça) porque aceptar el papel de segundón, cuando uno cree que no lo merece, y lucha para demostrarlo, es del todo ilógico en alguien que se precie. Si aquí no se me quiere —razonamiento y sentimiento son impecables— igual logro que me quieran en otra parte. Les deseo suerte a todos, y se la deseo más a Solari, porque (a las pruebas me remito) la mayoría de los jugadores del fútbol español que terminan en el italiano no tienen demasiada fortuna. Que se lo digan a Mendieta, a José Mari, a Guardiola... Ojalá le vaya mejor a Solari. Un ejemplo de futbolista fino, de futbolista de una nueva manera de ser futbolista...