Tote se exhibe

Copa del Rey | Real Madrid 4-Terrassa 2

Tote se exhibe

Tote se exhibe

a. aparicio, jesús rubio y chema díaz.

Lo hizo todo bien, dio dos asistencias y su nombre fue coreado por los aficionados. Macca y Monty, los otros héroes del partido.

Les ahorraré el partido. Lo resumiremos así: el Terrassa duró 22 minutos (fabulosos, eso sí) y luego ganó el Madrid, que marcó en su primera llegada a puerta y después cada poco; los ricos también lloran, pero menos. Lo demás, si no lo vieron, se lo pueden imaginar y probablemente lo que se imaginen será más excitante. Si lo vieron todo y entero es que son muy aficionados (rozan el vicio). Sólo les diré que Monty juega en el Terrassa y no en el Bayern porque los ojeadores son estrábicos y el mundo cruel.

Vayamos a otras cavilaciones (luego volveremos a Monty). Hay futbolistas que en cuanto los ves sabes que son buenos. En ocasiones no hace falta ni que toquen el balón. Es suficiente ver cómo les quedan los pantalones (Zidane), su paso seguro (Figo) o sus piernas de cowboy (Raúl). Hay otros, en cambio, que necesitan varias miradas. Tote, por ejemplo; Portillo también. Te gustan, te apetece que te gusten, pero nunca terminas de estar seguro; hablamos de ellos referidos al Madrid, por supuesto: serían titulares en cualquier equipo medio.

En el caso de Tote, dudas si es tranquilo o tranquilón. Tiene calidad técnica, pero no es rápido. Tiene visión de juego, pero no es un rematador, más bien un media punta, aunque sin tanto recorrido. También carece de planta imperial, lo que suele evitar ciertas explicaciones, si bien para tirarle cuando controla el balón es necesario que lo atropelle un trailer.

Sin embargo, me temo que ningún problema sería irresoluble si Tote tuviera sitio, si el Madrid, de cintura para arriba, no estuviera plagado de estrellas indiscutibles con una sola mirada. Entonces se olvidaría también que Tote se confesó del Atlético (jugó en sus categorías inferiores), algo que recordaron ayer los Ultras hasta que el estadio acalló sus críticas gritando ¡Tote, Tote, Tote! Aquel clamor hacía justicia al único futbolista que convirtió el partido en algo especial: Tote dio dos asistencias, bajó a pedirla, subió a entregarla y se marcó una rabona y otros caracolillos. Al terminar el partido, lanzó su camiseta a la grada. Todo perfecto si no fuera porque nada de lo que haga le servirá para quedarse en el Real Madrid. Debe ser duro eso.

Pensándolo bien, fue un partido de extrañas reivindicaciones: se exhibió Tote y, además de Hierro, marcaron Celades (muchas veces Calimero, ayer no), Portillo (otro al que hay que ver más) y McManaman. Lo del inglés es curiosísimo. Es de suponer que mientras se busca una salida para Solari, Morientes y Tote, él debe estar silbando God save the Queen y mirando para el techo. Pero no desaprovecha una ocasión para hacerse querer. Ayer marcó un magnífico gol (gran control y mejor remate) y se volvió a meter en el bolsillo al Bernabéu, que agradece su talante y sus maneras de Lord chisposo.

No sería justo zanjar la cuestión (el Madrid ya está en cuartos) sin reconocer la entrega del Terrassa, que nunca se rindió y aceptó la pelea con alegría, pese a recibir más tortas de las que daba. Tuvo su mejor momento al comienzo del partido, cuando acorraló al Madrid, y justo al final volvió a venirse arriba en busca del 4-3, lo que le hubiera dado una última esperanza. En cada una de sus mejores acciones estuvo Monty, un socio del Barça (de ahí su inspiración) que se hizo futbolista en Tercera División y al que Miguel Álvarez fichó para el Terrassa. Monty le contará a sus nietos que le marcó tres goles al Madrid en una eliminatoria de Copa. Más difícil será explicarles por qué no jugó en el Barcelona si bastaba ver cómo la tocaba para saber que era bueno.

Portillo marca siempre en Copa

Javier Portillo es el máximo goleador del Madrid en la Copa del Rey (siete goles) en los cuatro partidos jugados. El de Aranjuez ha marcado ocho tantos esta temporada: tres al San Sebastián de los Reyes, dos al Oviedo, dos al Terrassa (marcó en la ida y en la vuelta), y uno ante el Valencia en la Liga.