Hoy el derby comenzará en los banquillos. Tanto Vicente del Bosque como Luis Aragonés son dos banderas en esto del fútbol: eso sí, cada uno con su propio estilo. El partido estará dirigido por dos personas ante las que hay que quitarse el sombrero. La diferencia futbolística entre ambos no es tanta si se atiende al siguiente criterio: los dos técnicos apuntan fijamente a la realidad. Para ellos no hay ningún misterio. Los dos tienen algo en común: están convencidos de que los jugadores son los que ganan y pierden los partidos.

Las diferencias vienen en el método empleado por cada uno. Vicente del Bosque, bandera madridista en su etapa como jugador y ahora líder de este nuevo Real Madrid, lo tiene claro: el triunfo pasa por los jugadores, y así se lo hace saber. Se pronuncia, se manifiesta, se implica. Luis Aragonés también lo piensa, pero no se manifiesta tan claramente.

Del Bosque sabe, al igual que el resto del mundo, que la plantilla del Real Madrid es la mejor que hay. El Atlético tendrá que contrarrestar la fuerza de los cracks madridistas con esfuerzo y esperanza. La responsabilidad recae del lado de los madridistas. Los rojiblancos juegan con esa ventaja: tranquilidad. porque son conscientes de que pueden dar la sorpresa. Los boletos están echados a favor del Real Madrid, pero puede haber zarpazo atlético en el Bernabéu.

Si el Madrid está inspirado, no hay quien le pare. Pero Aragonés lo sabe: hasta los galácticos merengues son humanos. Si Burgos y sus compañeros están despiertos, puede pasar cualquier cosa. Pero si los caciques están inspirados, ganará el Madrid. El cagómetro tendrá mucho que ver, y hoy va a estar a full. El Madrid lo basará todo en sus cinco caciques y en la seguridad de este lindo flaco que es Iker Casillas. El joven abrirá un duelo de intereses en las porterías: el duelo Iker-Burgos será cosa aparte.

Pero si algo llamará hoy mi atención será, sin duda, la figura de El Niño rojiblanco: Fernando Torres. Hoy podré hacerle una radiografía más profunda. los medios de comunicación hablan de él como una firme promesa, pero el Niño lleva muy poco tiempo en esto. La comparación con Raúl no le beneficia: Raúl es el símbolo del fútbol español. Y qué decir de Ronaldo: ese jugador que, con una sola pierna y un poco embarazado, seguiría siendo el mejor.