Zamora reaparece en una novela italiana

Fútbol | Libro

Zamora reaparece en una novela italiana

Zamora reaparece en una novela italiana

Roberto Perrone se sirve de él en un relato con trasfondo futbolístico

La huella de Ricardo Zamora (Barcelona, 1901-1978) perdura en Italia, aún cuando queda muy lejana su actuación en el Mundial de 1934. De ello puede dar fe Roberto Perrone, que ha decidido utilizar el apellido de El Divino para titular su primera novela. Zamora es una historia de ambiente que se desarrolla en la ciudad enfebrecida por el fútbol que acoge al Milán que gana su primera Copa de Europa en el 63 y al Inter de Helenio Herrera, que le sucede en el 64 y el 65. Es la historia de un contable que se ve abocado a ser portero de fútbol y sus compañeros acaban apodándole Zamora.

"Me acordé de él porque es el portero más famoso del mundo. Sobre todo después de ver una película sobre el Mundial del 34. En el partido contra Italia estuvo extraordinario. Pensé que en esa época, cuando se hablaba de un portero, a todo el mundo le venía a la mente la figura del guardameta del Madrid, más incluso que la de Yashin. Su imagen era elegante, la de un noble del fútbol; precisamente una visión que contrastaba con la del gris contable", relata Perrone desde Milán.

Pero, cuando menos, resulta extraño que el autor se decidiese por el cancerbero español para dar título a su trabajo, aunque fuese bautizado Il Miracoloso por sus compatriotas. "Estoy seguro que aquí un 80% de la gente que no hubiese visto el libro sabría hoy quién fue Zamora". Hay mitos que traspasan fronteras.

En busca de editor en España

Roberto Perrone, que es redactor en la sección de Deportes del Corriere della Sera, ha recibido ya excelentes críticas por Zamora (Ed. Garzanti, 138 páginas, 12 euros) en Italia. Pero el escritor se queja de que en su país, como en casi todo el mundo, "es difícil conjugar literatura y fútbol; por eso quería escribir una novela que fuese para amantes del juego y también para los que no lo son. Es una historia que se lee bien y es divertida". El relato está escrito en clave ágil, casi cinematográfica, y por el momento no se puede degustar en España "porque aún no se ha ofrecido ningún editor". El reclamo de El Divino podría facilitar su llegada.