Suelo seguir las transmisiones de los partidos por la SER. Me gustan por su ritmo y profundidad. Además las encuentro divertidas. Y, por si fuera poco, son mis amigos. En los partidos del Madrid suele plantearse una cuestión: la inconveniencia de la pareja Makelele-Flavio, que más que pareja es la repetición de una misma pieza. Dos jugadores de quite, pero poco dotados para la construcción. La duplicidad refuerza la capacidad de recuperación del equipo, pero también le hace tener problemas cuando le presionan con fe. Les cuesta mantener la pelota.

Ayer mismo se vio en la segunda parte.

En la primera, el Racing esperó atrás,conforme con ser ejecutado ahí. Pero en la segunda mitad presionó, se hizo con el balón y amenazó seriamente con empatar el partido.

El talle de avispa del Madrid hizo agua hasta que Flavio dejó el puesto para Guti, al que muchos ven un puesto de titular ahí, junto a Makelele. Menos recuperación pero mucho más control de juego. Ayer funcionó, pero es que para entonces el Racing jugaba prácticamente con diez, por lesión de Regueiro. Pero, ¿funcionaría siempre?

Del Bosque le da miedo. Con los laterales subiendo continuamente y Ronaldo distraidillo arriba, teme que sin ese muro Makelele-Flavio el equipo sería demasiado frágil. Guti juega mucho más que Flavio, pero tiene mucho menos quite. Cambiasso dio en los principios de temporada apariencia muy sólida junto a Makelele, pero al pasar los meses su fútbol se fue haciendo lento y acabó perdiendo el sitio. La duda es si es peor sufrir cuando te presionan en tu campo o sufrir cuando te contraatacan. La única respuesta es que resulta muy difícil tenerlo todo.