Ronaldo: "Me siento optimista"

Liga de Campeones | Real Madrid - Milán

Ronaldo: "Me siento optimista"

Ronaldo: "Me siento optimista"

El brasileño, que asegura que esta "mejor", pasará hoy a las once una prueba en el Bernabéu. De no jugar, Guti entraría en el equipo. El Milán, al acecho.

Ronaldo será duda hasta el último instante, como si en este partido no hubiera ya suficiente emoción, como si esta tarde sirviera para algo que no fuera crujirse los dedos y esperar. Ronaldo se probará hoy a las once de la mañana en el Bernabéu en presencia del doctor Alfonso del Corral y de Pedro Chueca, fisioterapeuta. Todo dependerá de la evolución de su sobrecarga en el bíceps femoral de su pierna derecha, aunque él le aseguró en la noche de ayer a nuestro compañero Óscar Ribot que se siente "optimista": "He mejorado mucho, pero me preocupa que por forzar se pueda producir una lesión más grave. Pero yo quiero jugar este partido".

Hasta aquí Ronaldo, que ya se perdió la ida. Lo que oigo mientras escribo es que tal vez el Milán venga en plan amiguete, intuida la defensa que alineará en el Bernabéu (Nesta se quedará en el banquillo). Hay quien piensa que el Milán hará gala de la solidaridad que se gastan los muy ricos entre ellos, como una especie de simpatía que se establece entre las corbatas de Hermes, pero yo, qué quieren, disiento. El Milán saldrá a matar, otra cosa será si le matan antes, otra cosa será si su lucha es suicida después de encajar un par de goles (Manitú nos oiga). Rivaldo no creo que entienda de apaños, ni Maldini, ni Galliani, otra historia serán sus sonrisas y su galanura si salen derrotados.

Además, el Milán ha asumido su papel de principal aspirante para ganar la Champions y también se ve obligado por su nuevo estilo ofensivo tan parecido, dicen ellos, al del Real Madrid. Hoy se juegan credibilidad, ajena y propia.

El Madrid, en cambio, se juega todo. Otra final, y más traicionera que en Dortmund porque parece más fácil, porque habrá más descansos, más oasis. Si no está Ronaldo, lo normal sería que Guti entrase en su lugar y Raúl jugara más arriba. Portillo tendrá que esperar a que surja un incendio. Helguera regresará al centro de la defensa, lo que es un alivio, seamos claros. Y el resto será todo igual, con especial atención a Zidane y Figo porque en ellos debe recaer todo el peso para abrir la muralla.

El madridismo no olvida el 5-0, aquella época que significó una frustración porque se pensó que la Quinta era el mejor equipo del mundo (y no). Es importante que las gradas transmitan ese sentimiento de venganza, de partido que continúa; ya quedan muy poquitas cuentas pendientes, pero esta es una.