Hay un viejo proverbio ruso que dice que si el bolsillo está vacío el juez está sordo. Y no corre, me atrevería a añadir. Viene esto al caso porque es fácil que hoy circulen maletines por la Plaza Roja, aunque, tal y como está el patio, lo más inofensivo que puede llevar un maletín en Rusia es dinero.

El Real Madrid depende de sí mismo para jugar los cuartos de final de la Champions: una victoria le clasificaría. Sin embargo, hay ciertos temores. Nunca se ganó en Rusia y existe la sospecha de que el Lokomotiv, que nada se juega, pudiera encontrar alguna motivación extra, del Borussia, se supone (Gaspart no está para estos trotes, creo). Las opciones alemanas pasan por vencer en San Siro y esperar a que el Madrid no gane.

Y el principal problema del Madrid será querer jugar los dos partidos, salir con el transistor. Podría suceder. Si el gol se retrasa habrá quien comience a preguntar qué ocurre en Milán. Y no les cuento si los rusos marcan primero.

Es un partido traidor. Porque aunque parece todo hecho (puntuar en Dortmund, derrotar al Milán...), está todo por hacer. Y el rival es extraño, ni tan fuerte como para sobremotivarse ni tan débil como para dormir tranquilo. Y luego está el campo, nunca mejor dicho lo de campo, porque está ideal para plantar cebollas; y el frío, cinco bajo cero a la hora del partido, tal vez nieve. No son excusas, el Madrid es infinitamente superior. Hoy lo oirán muchas veces, aunque algunos lo dicen para conjurar el peligro, viejo truco; tan viejo como temerse lo peor.

De momento, para darle más emoción al asunto, Helguera será duda hasta el último instante. Ayer, durante el entrenamiento, recibió un balonazo de Raúl que impactó en su tobillo derecho, el herido. Aunque abandonó inmediatamente el césped (o lo que sea) y le aplicaron hielo, la articulación se le puso como una pelota de tenis. Rubén sería el recambio. O Makelele, si hay miedo. Es seguro que Solari ocupará el lateral izquierdo y que los galácticos serán la aviación.

Quien se divirtió en el entrenamiento fue Ronaldo, que hizo mil piruetas con el balón; y es que no puede evitarlo, se ríe en los bombardeos. Tal vez planea algo. En circunstancias similares, en 1998, también en Moscú, clasificó al Inter para la final de la UEFA con un par de goles.

Hay otro viejo proverbio ruso que dice que el hombre mojado no teme a la lluvia. Aquí decimos de perdidos al río. Y tan perdidos estamos nosotros como ellos. Pues al río.