Un plan perfecto

Un plan perfecto

Si la Intertoto pasa factura —¿alguien lo duda a estas alturas?—, imagínense llegar a cuartos de final de la UEFA. La Liga, la de verdad, comienza en diez días frente a Osasuna, Valladolid, Alavés y demás enemigos de faena. No estoy preocupado, pero sí intranquilo. Miro al Recreativo de Alcaraz y veo a un equipo que entrega la salvación en Primera por llegar —y ojalá ganar— la Copa del Rey. No quiero ser testigo de que el Málaga paga tan alto precio por soñar en Europa.

Tampoco tengo más ganas de oír a Serafín Roldán diciendo que, con suerte, vamos a jugar este año la Champions o, como premio menor, la UEFA. Basta de vender humo. Clavemos los pies en el suelo porque vamos peor que en ninguna otra temporada desde que regresamos a la élite. Mientras, desde arriba, el acuerdo con las televisiones siguen sin cerrarse, y casi media plantilla continúa sin renovar. No me gusta este plan. Es ilógico que un jugador espere hasta el 30 de junio para conocer su futuro. ¿De verdad cree el club que van a seguir por puro malagueñismo? Lo único que me parece lógico es que todos estén buscándose ya equipo. El amor a unos colores no da de comer a nadie. Seguro.