¿Será el Barcelona galáctico?

¿Será el Barcelona galáctico?

Aunque no siempre funcione y aunque las galaxias tengan sus descensos terráqueos, no hay duda de que el Madrid actual es un equipo con clarísimas aspiraciones al estrellato. ¿Le ocurre lo mismo al Barça? Quienes pensaron aquel pretérito dream team, seguro que pensaban en partidos celestes, pero nuestro siempre recordado Joan Gaspart les bajó los humos. Se encargó de pintar un Barcelona de barrio casero, sin noches estrelladas.

Aunque el Barça cuente con trabajadores sólidos como Puyol o Luis Enrique (tan denostado por los madridistas) el espíritu y las formas galácticas de los culés están en Kluivert —para m el más galáctico del equipo— en Saviola, que tardó en integrarse, y en el bueno de Riquelme que no tiene aquí, ni mucho menos, los brillos y hechos que le acreditaron en Argentina. El por qué no tiene esos brillos, sería otro tema que más que a las galaxias afectaría a los técnicos y a la supuesta vida alegre del jugador. Que dejaran marchar a Rivaldo fue un error de Van Gaal, aquel forofo del Real Madrid, tan echado de menos, con razón, por los hinchas del Bernabéu. Como sea —y remitiéndonos a los partidos— el Barcelona de hoy es notablemente menos galáctico que el Madrid de ahora mismo. Ni la mitad de fulgor. Pero la Real Sociedad, con su eficacia y buen juego, dejó dicho el otro día que no hay que fiarse de los brillos apriorísticos, y que el espíritu galáctico (por mucha publicidad que mueva) sólo cuenta en verdad si marca goles. Por eso no hay que fiarse nada. Si menos galáctico, el Barça también muerde.