Filipescu carga contra los árbitros

Filipescu carga contra los árbitros

Filipescu dice las cosas claritas pero seguro que, aun así, se está mordiendo la lengua. Porque debe sentirse perseguido. Fue expulsado en Huelva y estuvo seis partidos sin jugar por darle un toquecito a Turienzo Álvarez y soplar a Raúl Molina (que reconoció que no lo habían tocado). El domingo se repitió la historia: "Creía que la tarjeta era a José Mari por tirarse". Pero la tarjeta fue para él y se fue a la calle. El rumano, que la semana pasada aseguró que había que "formar un lío" cada vez que se perjudicase al Betis, fue contundente. "No sé qué es mejor; si protestar o no. Si hablas mal, te esperan y si no, te tratan como a un tonto. Hay que quejarse, pero no sé en qué términos. No hay ni que hablar de eso. Se mide con distinto rasero en el tema de las sanciones y en los cierres de los campos. Seguro que no hay el mismo trato para Hierro que para Karpin", aseguró el rumano, que no estará en Bilbao.