Después de la épica eliminación del Manchester, el aspirante oficial, sería demasiado sórdido morir a manos de la Juventus, un equipo más ladino que brillante, con mucha soldadesca aguerrida y poco talento. Sería como en esas historias (muchas reales) en las que el héroe, tras sobrevivir a cientos de aventuras, acaba muriendo por la puñalada trapera de un ratero o de una apendicitis que se complica, ya me entienden.

Así como el Manchester se sintió como un igual, y luchó sin escudo, la Juve se sabe inferior y por eso mismo potenciará lo que nosotros denominamos bajos instintos y ellos llaman arte del catenaccio.

Nos encontramos ante un equipo cuya fuerza reside en el sacrificio, en la cohesión, en la disciplina, virtudes que si no son ajenas al Madrid, al menos no resultan prioritarias. Por eso se prefería al Manchester y por eso jamás se mencionó a la Juve.

Esta última prueba antes de la final será un examen incómodo (gente que no para de correr) antes que un desafío glorioso, pues supone el último cupón sin premio directo, ni material (la Copa), ni moral (la fama). Exigirá por tanto una concentración extraordinaria, ya que las últimas racanerías del rival no inspiran demasiado y ese horrible logotipo rojo que mancha su camiseta despista de las rayas negras, que son la historia.

Tácticamente, la Juve enseña poco: todos atrás, presión con leña y que jueguen los que saben, en este caso Nedved (Davids está sancionado) y Del Piero, al que siempre vi como una especie de Butragueño descarriado, dado a los placeres de la carne (y del pescado), vencido por sus patillas. El otro talento del equipo es Buffon, portero serio pese a su apellido.

En la delantera entrará Trezeguet, ariete apañado pero blandito (tipo Inzaghi), aunque un cisne si lo comparamos con Zalayeta, un tronco del tamaño de una secuoya, como demostró durante su infausto paso por el Sevilla. Hay futbolistas de encantos desconocidos para algunos entrenadores.

Entre las sutilezas de la Juve, tampoco hay que descartar un marcaje especial a Zidane, ex de la casa, tal vez previendo que sea el jugador más motivado del Madrid. Con permiso de Ronaldo, naturalmente, que hoy debe salir al rescate (y saldrá) y al que se le adivina cierto ánimo de venganza vaya a usted a saber si por haber sido del Inter o por las patadas que le daban.

Por otro lado, es factible que, después del 1-5, Del Bosque incorpore a Flavio en lugar de McManaman, por aquello de correr y bregar. Es una forma, un tanto injusta, de arreglar la defensa sin tocarla. También es un modo de taparle al equipo una salida hacia arriba.

Si el Real Madrid marca pronto desbaratará a los italianos. Si tarda los convertirá en un muro, ellos crecen según pasa el tiempo. Hoy el fútbol no es una fiesta. Es fútbol. Del que duele.

LAS CLAVES

Histórico gol de Sívori

La Juventus ha jugado tres partidos en el Bernabéu y sólo ha marcado un gol, obra de Sívori, el 26 de febrero de 1962 (0-1).

10-5 en eliminatorias

El Madrid se ha enfrentado 15 veces a equipo italianos en eliminatorias europeas, con 10 triunfos y cinco derrotas (cuatro de ellas seguidas en los últimos precedentes). El último partido ante la Juve fue en la final del 98 (al que corresponde la imagen).

16 años sin echar a equipos italianos

El Madrid no apea a un equipo italiano desde 1987 (ante el Nápoles).

5 goles de córner de la Juve

La Juventus es el equipo que más goles de córner ha marcado en esta Champions (5). El Real Madrid es el equipo que más tantos ha recibido de cabeza (6). Ambos equipos destacan en los goles marcados desde fuera del área (7).