Todo o nada

Liga de Campeones | Juventus - Real Madrid

Todo o nada

Todo o nada

jesús aguilera

Del Bosque propone un equipo valiente l Ronaldo, a falta de la última prueba de hoy, jugará en Delle Alpi. La Juventus tiene un plan: gol y catenaccio

Horas antes de partidos tan inmensos como el de hoy, como el de Old Trafford, el que fue y el que vendrá, a los madridistas se les reconoce porque se les dispara el airbag, ese sistema de protección automático que les hace ponerse en lo peor, masticar la derrota para ver a qué sabe, nos la van a meter, ni Liga ni Champions. En realidad es un conjuro. Repetir algo mil veces para que suceda lo contrario. En el peor de los casos quedas como un adivino, triste, pero con poderes.

Sin embargo, en esta ocasión, ese miedo contagioso se extiende al Madrid, al equipo, y se nota, lo que da más miedo, por eso Ronaldo forzará hasta el último segundo y por eso Raúl jugará con sólo tres entrenamientos en 21 días, por eso el ensayo de los tres centrales.

Aunque tal vez, si lo pensamos bien, no haya miedo comparable al que siente la Juventus, que se sabe inferior y que tiene una ligera idea de cómo meter gol, pero ni la más remota de cómo parar el ataque del Madrid.

Es, por lo tanto, un partido atenazado, un choque que sólo pueden desenredar los buenos y esos están, casi todos, en el lado del Madrid. Por eso es tan importante que jueguen Ronaldo y Raúl, que no le duela a Zidane y que Figo se escape. Lo de Ronaldo parece más que probable después del ensayo de ayer. En el fondo estos son sus partidos. Y es evidente que no se lo quiere perder por nada del mundo. Al final resulta que Ronaldo sí es importante. Ha pasado de ser la mascota a ser el salvador. Sólo después de las estrellas madridistas vendrán Del Piero, Nedved, Davids y Thuram (no hay más).

La Juve, precisamente por lo dicho, intentará convertir el partido en una trinchera y dará patadas de todos los colores con la intención de enfangar el juego y de auscultar los sóleos y los apéndices, a ver si están bien curados. Así fue contra el Barcelona y así será hoy. Su único resquicio de clasificación pasa por un enemigo desquiciado que entre en la riña. Y por marcar primero y montar después el mayor catenaccio que hayan visto los siglos.

El Madrid debe tener la flexibilidad suficiente para adaptarse a cualquier tipo de partido, ya sea defender el resultado o remontarlo. Si yo fuera Del Bosque dedicaría la primera parte de la charla a explicar qué hacer si vamos perdiendo 1-0 y la segunda a explicar qué hacer si vamos perdiendo 2-0. Los equipos que están preparados para la adversidad sacan el balón de la red con una gallardía que inspira confianza.

Y ojo con Thuram, porque en sus entradas por la derecha se descompensa el Madrid, y que estén varios jugadores pendientes de Nedved. Y ya está. Del Bosque anuncia un equipo valiente. Jugar, resistir la primera oleada, y seguir jugando después, saltando, eso sí, para evitar las segadoras. Hacer lo que sea para no estar a tiro en la última media hora del encuentro. La Juventus es peor, pero hay que hacérselo ver.