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Fórmula 1 | GP Austria

Renault vuelve a la realidad en Austria

Alonso fue 13º, penalizado por la pista, los neumáticos y su motor.

Carlos Miquel
Actualizado a
<b>ÁREA ROJA.</B> Los Ferrari parecen haber reencontrado el rumbo en el Mundial de Fórmula 1, que se tiñe de nuevo de color rojo.

Desde fuera, tal vez sea incomprensible que el hombre que desafió a Michael Schumacher en Barcelona estuviera ayer a 1,7 segundos en apenas cuatro kilómetros. Pero, como casi todo en Fórmula 1, el 13º puesto de Alonso en la primera calificación del GP de Austria tiene una explicación técnica. En el circuito menos de piloto del Mundial la potencia importa mucho más que las manos.

El GP de Austria ha devuelto a Renault a la realidad. Pese a la euforia de algunos de sus miembros y parte de la prensa internacional, el único equipo capaz, hoy por hoy, de ser competitivo en todos los circuitos es Ferrari.

Los coches azules pueden hacerles frente si todo les va de cara y Alonso se saca algo de la chistera. Hablar en serio de luchar por el título es una quimera. El motor evolución es una mejora que ha permitido a Trulli y al asturiano mejorar el 13º y 16º de la temporada pasada. Nada más, ni 25 CV, ni gaitas. Diez y una décima y media de ventaja.

Otro de los enemigos de Fernando fue el estado de la pista. Salir tercero le perjudicó mucho, ya que se trata de un trazado muy sucio por el polen de los árboles y que adquiere adherencia con el paso de los coches. Hoy lo tendrá un poco mejor desde el séptimo lugar de salida. Sólo Schumacher, excelso con el Ferrari F2003 y sus Bridgestone, pudo con ese hándicap. Fue el único en rodar en 1:07 y pulverizó la pole del año pasado, pese a pegarse una derrapada final. No tanta como la de Firman, que pasó la meta marcha atrás con su Jordan.

Los neumáticos también frenaron a Nano. De hecho, sólo un Michelin (Webber) se metió entre los cinco primeros. Así las cosas, el objetivo es salir décimo y acabar mañana séptimo. Eso si la lluvia no le echa una mano.