La decisión más importante de los últimos ocho años en el Mallorca se tomó ayer en un Consejo extraordinario que tuvo lugar a mediodía con una asistencia del 100% de los consejeros: la ampliación de capital. La medida se produce tras la decisión de los propietarios del club, la familia Asensio, de renunciar a la mayoría accionarial que poseían.

La situación económica actual, asfixiante y de bloqueo, en la que se encuentra el Mallorca, que debe pagar en dos meses 19 millones de euros, diez como devolución del préstamo de Bartolomé Cursach, el 31 de agosto, y 9 como pago de las fichas de la plantilla, el 31 de julio, ha provocado esta ampliación de capital como única medida posible para la supervivencia.

El presidente Mateo Alemany desveló que la misma debe quedar resuelta en el plazo de un mes, pero no concretó su cuantía ni el paquete accionarial que se quedará la familia Asensio, aunque según pudo saber la SER, en principio, es de un 20%.

Se pudo ver a un tranquilísimo Alemany, a pesar de la gravedad de la situación, que leyó un comunicado del Consejo, en que el que se afirma que "se ha tomado esta decisión con vistas a dotar al club de una estructura accionarial abierta a las fuerzas sociales y económicas de la isla, con la confianza absoluta de que la sociedad mallorquina, los socios y las instituciones están interesados en participar en este gran proyecto deportivo". Así, un consejero de Zeta reconoció a este periódico que "en los últimos años se ha repetido, desde ciertos sectores, que era impropio que el equipo estuviera en manos de un grupo nacional, ahora hay que ver si el empresariado mallorquín quiere al club o no".

Alemany, añadió por último, que esta solución es "la más idónea", con el fin de "capitalizar la estructura económica del Mallorca". Sobre su futuro, dijo que no le "preocupa en este momento, dependerá de los nuevos accionistas".

Una etapa de éxito deportivo

Desde que en 1995 Antonio Asensio Pizarro (fallecido hace dos años) comprara a Miquel Dalmau el Mallorca, el club ha logrado las mayores gestas deportivas de su dilatada historia, siendo, con diferencia, la etapa más gloriosa del Mallorca, con un ascenso a Primera División, siete años consecutivos en la máxima categoría, un título de Supercopa, dos finales de la Copa del Rey y una de la Recopa, así como la participación en la máxima competición continental: la Champions.