Penaltis. Visto lo que pasó en el 98, con aquella pena máxima que mandó al limbo Stankovic, a la afición mallorquinista le da grima pensar sólo en la posibilidad de disputar otra tanda y, sobre todo, perderla. Por eso Manzano ha decidido tomarse muy en serio unas probables (los resultados entre Alcaraz y Manzano son claros: siempre ha habido empate) penas máximas al final de los 120 minutos. El técnico jiennense así lo revelaba ayer: "Hemos hecho entrenamientos específicos para eso, con los jugadores tirando penaltis tras una gran carga en las piernas. Estamos intentando controlar todas las variables, y por eso hemos ensayado y ensayaremos en el último entrenamiento las jugadas de estrategia. Y por eso, también, jugaremos con el balón de la final, que es especial". Así, los jugadores también tomarán contacto para saber cómo se le pega a la pelota desde el punto de penalti. Manzano lo tiene claro.
Mucho más optimista (o pesimista, según se mire) fue el meta encargado de la heroicidad en una posible tanda de penaltis, Leo Franco. Y eso que en segunda ronda copera, en Alicante precisamente, el meta paró tres al Hércules y contribuyó decisivamente a que su equipo esté ahora en la final: "No habrá tanda, seguro. Los equipos han preparado el partido para que se decida en los noventa minutos".
Leo ensalzó a su homólogo en la final de mañana, Luque: "Es un portero que tiene un saque rápido". Y al enemigo más íntimo durante el partido, el delantero centro del equipo rival: "Raúl Molina ha hecho una gran temporada con el Recreativo. Tiene mucha velocidad y es difícil de parar. Y dispara bien a puerta".
Roa paró tres, pero el Mallorca perdió
En la última final de Copa, la del 98 contra el Barcelona, el meta encargado de la heroicidad tras 120 minutos era el también argentino Carlos Roa, ahora en el Albacete. Roa lo hizo muy bien, parando tres penaltis de los siete que lanzaron los azulgrana, pero el Mallorca acabó sucumbiendo, porque falló cuatro. No lograron su objetivo por parte culé Rivaldo, Celades y Figo (ninguno está ya en el Barcelona) y fallaron por parte bermellona Iván Rocha, Iván Campo, Stankovic (que podía haber dado la Copa al Mallorca) y también Eskurza, en el séptimo y último lanzamiento.
Ha sido la única final de competición oficial de los mallorquinistas que ha terminado en una tanda de penaltis, pues las otras cuatro se han decidido antes de los 120 minutos. La final de Copa del 91, con un gol del atlético Alfredo antes de terminar la Copa, la de la Supercopa, a doble partido, con victoria bermellona, y la Recopa del 99, con un 2-1 del lacial Pavel Nevded.
