A Xisco no había quien lo consolase en el césped del Martínez Valero, pero pocos minutos después se le veía entero, repartiendo saludos entre los aficionados del Recre y los del Mallorca, que coreaban su nombre: "Por ellos sí me alegro, pero yo lo que quería era ganar". De los llantos de Xisco tuvo noticias hasta el Rey Juan Carlos, que lo vio impotente. Por eso le susurró algo en el palco: "No me enteré ni de lo que me decía. Tal vez no debería haber llorado pero es que soy un ganador nato y no le he podido evitar. Nos ha tocado perder, no podemos hacer nada". Era su primera gran final y su primera gran derrota. "Pese a todo, ha sido bonito. A partir de ahora hay que disfrutar de lo que hemos hecho". A Xisco le quedaba el agradecimiento al público, que estuvo excepcional: "No hay palabras para agradecer lo que han hecho por nosotros. Nos dejamos la vida para intentar dedicarles el título".