La afición no perdió el ánimo

La afición no perdió el ánimo

Los 150 autobuses que se desplazaron desde Huelva no perdieron el ánimo. Diego Camacho dijo después del partido con una sonrisa en la boca que él se sentía "campeón". La afición también. Por eso, en cualquier estación de servicio del trayecto Alicante-Huelva había una peña. "Deseábamos ganar por nosotros, pero sobre todo por esta afición tan maravillosa. Esto era por ellos", dijo con lágrimas en los ojos Raúl Molina en el césped del Martínez Valero. Las novias (y esposas) lloraron hasta más. Era una oportunidad única. También para la afición, que no quiere esperar otros 100 años para jugar una final.