La noche se le hizo muy corta al equipo

Cena amena y fiesta hasta altas horas de la madrugada. El Mallorca brindó un millón de veces por la Copa del Rey que conquistó en Elche. El hotel Hesperia de Alicante fue el escenario de una celebración en la que el trofeo fue el principal protagonista y alumbró la noche bermellona. Jugadores, directivos y cuerpo técnico, acompañados de sus familiares, no escatimaron y decidieron perder horas de su merecido sueño para festejar su éxito.

Pero no todos optaron por esperar al amanecer más bello de sus vidas. O quizás sí. Lo que sí es cierto es que varios componentes de la directiva balear se citaron por la mañana para seguir por Canal Plus la final de la Copa del Rey de juveniles, en las que el Mallorca no pudo emular al primer equipo y cayó ante el Espanyol (1-3), proclamándose finalista por segunda temporada consecutiva, lo que asegura el futuro del conjunto bermellón con una cantera llena de clase, la misma que las de los jugadores que entrena Gregorio Manzano y que ayer se emborracharon de lágrimas, risas, emoción y algría en la noche de las noches para los mallorquinistas.