Ni él ni Manzano saben su futuro

Ni él ni Manzano saben su futuro

Prueba de la pulcritud negociadora de Mateo Alemany es que el presidente va a esperar a la ampliación de capital y la llegada de un nuevo consejo de administración (que él quiere que esté compuesto en su mayoría por empresarios de Mallorca) antes de tomar decisiones fundamentales para el futuro de la entidad, como son la renovación de algunos jugadores que acaban contrato y del propio entrenador del equipo, Gregorio Manzano.

Por Manzano parece haber un interés denodado del Atlético de Madrid (si consigue desprenderse de Luis Aragonés), pero el técnico jiennense ha mantenido la corrección y la fidelidad al equipo al que se debe, al menos hasta que expire su contrato, hoy 30 de junio. Goyo ya ha mostrado en varias ocasiones su interés por continuar en la Isla siempre que tuviera pruebas de que el proyecto deportivo iba a ser fiable, pero ahora todo son dudas en un club inmerso en una ampliación de capital. Es libre, por tanto, a partir de hoy para decidir su futuro y decantarse por la opción que más desee.

Sea como fuere, también la continuidad de Alemany al frente del futuro Consejo de Administración, toda vez que es un presidente sin mayoría accionarial y que, a pesar de su demostrada capacidad de gestión en estos años, dependerá siempre de los designios de los futuros máximos accionistas y por tanto dueños del Mallorca.