Supersticiones. Dice Lopera que, en tres años, Joaquín puede morirse en un accidente de avión (si no renueva). Y no se le ocurre otra cosa que llevarse de pretemporada al Betis a... Montecastillo, allí donde Cañizares estrelló un bote de colonia contra su pie y se quedó sin Mundial. O donde España preparó sus dos últimos partidos oficiales ante Grecia e Irlanda del Norte. Lagarto. Pues allí, en Montecastillo, prepara el Betis desde anoche la temporada 2003-04. En la recepción del hotel no tuvieron problema para identificar a los jugadores. Elemental: conocían a todos desde el verano pasado. Sólo una cara nueva: Ismael López, el crack de Segunda la pasada temporada, pero una incógnita en el beticismo, inquieto por la presentación de Darío Silva y compañía en Nervión, temeroso de perder su condición de número uno de la ciudad por la apología del ahorro que está haciendo el irreconocible Lopera, que ha pasado de fichar a Denilson, el jugador más deseado del mundo en 1998, a luchar hasta la última peseta con el padre de Tote para abaratar su fichaje en 2003.
El caso es que Víctor Fernández se fue de vacaciones a Sanxenxo con una petición clara: un nueve goleador. Y aún no ha venido. Tristán es imposible. Juega con Tote: no es el deseado. A Víctor le gusta Elber, pero Lopera dijo que Darío (30 años) era un viejo. Giovanni tiene 31, pero garantiza 20 goles. Ya habría alguna manera de justificarlo... Al maño también le tira Ángel. Y dicen que Lopera sueña con traer a Etoo... El presidente bético dijo en la presentación de Ismael que tenía en cartera a un jugador de 22 años con más proyección que Tristán. De vacaciones ha vuelto sin renovar Joaquín. En Manchester lo ven como prototipo de sustituto de Beckham, pero Lopera dice no estar dispuesto a negociar con Peter Kenyon. Veremos.
El primer proyecto de Víctor empezó brillante, apuntó a Champions y acabó contestado por el socio. Las lesiones sirvieron de parapeto justificado. Ahora se juega su prestigio. El Betis no juega en Europa, sólo mirará a la Liga y los lesionados (a la espera de Denilson, que trabaja con el nuevo recuperador, Carmelo del Pozo), están a tope. Víctor toca madera por si acaso. Supersticiones.
Volver a la UEFA y soñar con Champions
Lopera, en la presentación de Ismael: "El año pasado, el objetivo eran 43 puntos. Este año es sumar tres cada semana". Como medida para no meter presión a sus jugadores, está bien, pero la prestigiosa plantilla del Betis se exige mucho más. Hace dos años alcanzó la UEFA con unos recursos mucho más limitados. Es lo mínimo exigible para el Betis 2003-04, que este año no tendrá que preocuparse por jugar la UEFA. Si es capaz de jugar al nivel que demostró a comienzos de la temporada pasada, estar en zona Champions no es utópico.
