Un mermado Boca, primer test serio en la presentación

Amistoso | Betis - Boca Juniors

Un mermado Boca, primer test serio en la presentación

Cuenta la historia que los fundadores de Boca Juniors, indecisos por qué colores darle al nuevo club, apostaron: llevaría los del primer barco que apareciese en el puerto. Y fue sueco. Y Boca, los xeneizes, se vistió para siempre de amarillo y azul. La afición del Betis, que en el fondo es un poquito de Boca por su estrato popular, esperaba ver a ese equipo histórico esta noche (22:00 horas) en el Ruiz de Lopera. Aplaudir esos colores suecos, honrar el alma de Maradona o creerse en La Bombonera. Pero está desilusionada porque Bianchi, que está más pendiente de hablar con Riquelme y rescatarlo para ganarle la Intercontinental al Milán, se ha dejado en Buenos Aires al Apache Tévez, al Chapita Schelotto, Schiavi, Battaglia o el Pato Abbondanzieri, los que acabaron con el Santos de Diego, Robinho y Oliveira (¿se acuerda don Manuel?) en la final de la Libertadores.

Boca llega con lo justo (Diego Crossa incluido), pero será el primer test serio para Víctor. Prats, con sus eternos problemas de espalda, tiene difícil jugar. A Contreras le va a faltar tiempo para quitarle el sitio. Sin nueve a la vista, Maldonado tendrá otra oportunidad. El Tati está inmenso. No habrá más probaturas: sigue el 4-2-3-1. El beticismo anda como loco por ver a los nuevos. Y a Boca, pero su amarillo y azul son falsos.