Apuntes de una larga noche

Apuntes de una larga noche

Lanzamiento de objetos

Carlos Mejía Dávila, el árbitro del Barça-Sevilla, no recogió en el acta del encuentro ni una línea referente a los objetos que cayeron al terreno de juego. Aunque en su mayoría no se trataba más que de bolas de papel, llegaron al césped algunas moneda y, como se aprecia en la imagen superior, al menos una lata vacía de cerveza. El Barça se ve ayudado por la decisión del árbitro, ya que su historial de incidentes en el Camp Nou no está precisamente limpio. Cabe recordar que ahora mismo se encuentra pendiente de cumplir una clausura por dos partidos, amén de estar amenaza de cierre por la UEFA.

Empujones por un gazpacho

Codazos, apretones y hasta algún seguidor con lipotimia, todo por un vasito de gazpacho, una bolsa de aperitivo, un poco de embutido, pan, una bebida parecida al yogur y una chocolatina. Miles de barcelonistas desbordaron el ya de por sí deficiente montaje del club, y lo más noticiable del asunto fue que no hubo heridos, porque habría sido lo más lógico.

El entrenador del Sevilla, Joaquín Caparrós, calificó la velada de "payasada", y su presidente, José María del Nido, continuó ayer con sus críticas contra la decisión del Barça de jugar de madrugada.

Gol legal anulado al Sevilla

Apenas se habían disputado cinco minutos del partido after hours, cuando el árbitro, mal aconsejado por su asistente, anuló un ataque del Sevilla que acabó en gol. Un balón en profundidad de Reyes encontró a Baptista en posición correcta, aunque Darío Silva se hallaba adelantado, pero sin intervenir activamente en la jugada. Baptista superó a Valdés y pasó a Darío, que acabó marcando. Aunque pudiera creerse que el uruguayo se benefició de su situación irregular inicial, el apartado 11.03 del reglamento deja constancia de que "la posición de fuera de juego se juzga en el momento del pase del compañero, pero se debe señalar sólo cuando se tenga la certeza de que el balón va a ese jugador y de que existe influencia". Darío se hallaba en offside pasivo, y a propósito la FIFA recomienda dejar seguir la jugada para favorecer el juego ofensivo.

Descanso muy largo

El Barça-Sevilla comenzó tarde, pasadas las 00:10 de ayer, pero acabó mucho más tarde de lo previsto porque el descanso duró bastante más de lo que establece el reglamento. El árbitro superó con creces, en más de cinco minutos, el cuarto previsto para el paréntesis. Así las cosas, el encuentro se alargó hasta pasados dos minutos de las dos de la madrugada. Pese a no ser de vital importancia, el asunto supone una irregularidad más de las muchas que cometieron Megía Dávila y sus asistentes durante la larga noche del Barça-Sevilla. Y aquí queda constancia.

Codazo de Quaresma a Daniel Alves

El primer lío del partido lo inició el portugués Ricardo Quaresma, uno de los beneficiados con la inopinada hora de inicio del encuentro. Cuando el balón estaba lejos, Quaresma le dio un codazo a Daniel Alves, quien cayó al suelo en medio de grandes muestras de dolor. El árbitro y sus asistentes no vieron nada. Más tarde, a los 44’, Luis Enrique le dio un manotazo a Pablo Alfaro, lo que originó una tángana que se saldó con sendas amarillas.