El maravilloso viaje de la selección española a través de Suecia debe comenzar hoy y no precisamente a lomos de un ganso, como el héroe juvenil Nils Holgersson, creado por la Premio Nobel sueca Selma Lagerlöf. No: porque ese viaje, para ser realmente maravilloso debe iniciarse no sólo a través de Suecia, sino por encima y a través... de los suecos. Y escribo debe.
Debe ser así, porque la España de Gasol, Navarro y los Reyes se enfrenta a una selección sueca casi semiprofesional: un tercio del equipo de Suecia estaba sin contrato a principios de semana. Por mucho que el seleccionador sueco, Jan Enjebo, y el líder del equipo, Jonas Larsson, hayan declarado a España inasequible, cualquiera puede reconocer la piel del glotón de las nieves tras las palabritas y la piel de reno lapón. No: Suecia va a dejarse esa misma piel sobre la pista casi ártica del ScaniaRinkenn, de Södertalje y de los controles antidopaje por sorpresa. Aquí se juega al hockey sobre hielo, y se nota. A cambio, esta noche tendremos mucho calor.
Fue en esta misma pista donde esta Suecia desbarató el pasado lunes con un parcial de 17-0 en el tercer cuarto a la Francia de Tony Parker. "No vamos a ganar ni en el primero ni en el segundo cuarto. Firmaría ganar por un punto. Pero, demonio, miedo no tenemos a los suecos, cómo vamos a tenerlo", ha dicho Moncho López, el seleccionador de la España de Gasol. Y, si España ha perdido una sola vez con Suecia en toda la historia (86-87, Preolímpico de 1980), ¿quién ha dicho miedo?
Gasol, no. Pau sostiene que "esta Selección es mucho más rica tácticamente que las de años anteriores". Con que flexibilidad y elegancia está hablando el Noi de Sant Boi. Ahora le toca jugar como el arcángel de la NBA que es, que ha demostrado ser y que se supone va a seguir siendo.
"Estamos locos por empezar", sentencia Juan Carlos Navarro, el diablillo sinuoso, el juguete de Aíto que carga de azufre el gran cañón de Gasol. "Qué maravilla compartir pista y equipo con Gasol", se felicita Alberto Herreros, de la célebre generación de las hostias, apelativo que se explica en esa entrevista de ahí al lado.
Todo esto junto es igual al gran favorito del Eurobasket: según las apuestas inglesas Eurobett, el título español en Suecia se paga más barato incluso que el de Serbia (3,50; 3,75). Los ingleses ponen últimos de la lista a los suecos: 1.001. Los ingleses saben de apuestas, pero, ¿saben de baloncesto? Pau Gasol, el gran grizzly de Memphis, y la cinturilla de Navarro los han seducido: 1.000 a 1 por España. Aunque sea por un punto.
