Que Joaquín no está bien pagado en el Betis es una certeza indiscutible. El crack de El Puerto cobra 150.000 euros de ficha más un plus de unos 6.000 euros por partido jugado. Y claro, ya que Don Manuel no se estira a pesar de la permanente súplica de los representantes y del padre del futbolista, Joaquín ha tenido que buscar (más bien ha encontrado gracias a su fútbol) recursos atípicos. Nike, la firma que viste a Joaquín, descubrió al bético en el Mundial de Corea, sobre todo después del partidazo que hizo en Gwangju ante los anfitriones en cuartos de final, el fatídico penalti que erró, el cariño que despertaron sus lágrimas... Nike comprendió allí el tirón mediático (y por tanto comercial) del futbolista Y apostó decididamente con él. Este verano, la firma americana firmó otro contrato con Joaquín que disparó sus ingresos gracias a la publicidad. Tanto que, a día de hoy, Joaquín cobra más de Nike que del fijo que recibe en el Betis. Aproximadamente, entre 250.000 y 300.000 euros.

La política de Nike ha cambiado mucho en los últimos meses. Ya no viste a cualquier futbolista, a discreción, sino que ha iniciado un proceso de selección en el que apuesta por unas cuantas figuras a nivel mundial (Ronaldo, Ronaldinho, Davids...) y cuenta con unos elegidos en el mercado nacional. En España, las imágenes de Nike son Fernando Torres, Puyol y Joaquín. Esa quiebra en la selección ha permitido que las cantidades que cobraba el futbolista se hayan ampliado este verano. El contrato que el bético tiene firmado con Nike no es estilo Lebron James, sus cifras no son mareantes, lo que deja más en evidencia aún que el trato que el Betis da a su buque insignia no es el mejor. En su casa, en El Puerto, Aurelio espera la llamada de Lopera, la prometida reunión del verano para acercar posturas que nunca llegó a celebrarse. Por suerte, Joaquín ha encontrado un filón en Nike...

Se irá este año o acabará contrato

Joaquín está atado de pies y manos hasta 2006, el año en que finaliza su contrato con el Betis. El futbolista ha comentado en sus círculos más cercanos (siempre bajo el consejo de sus representantes y de su padre Aurelio) que su intención es dejar el Betis a final de temporada o esperar a que finalice su contrato para que Lopera no se enriquezca a su costa con su venta. El presidente verdiblanco no parece dispuesto a aceptar las peticiones del entorno del jugador (1.2000.000 euros limpios por temporada) y sólo se ha acercado hasta el millón de euros brutos por campaña. Las posturas están tan lejanas que la gran mayoría apuesta por un mal final de la relación entre Joaquín y el Betis, aunque el máximo dirigente verdiblanco es consciente de que, si no vende a final de temporada al jugador, perderá a su activo más importante, el jugador que le puede solventar el futuro económico del club.