Para números 1

Tenis | Copa Davis

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reuters

Vital apertura de eliminatoria para Ferrero y Moyá ante Gaudio y Zabaleta en un ambiente cargado de calor, altas tensiones y máxima expectación

Escribió Schopenhauer, y por eso escandalizó a Stalin, que lo prohibió, que "el que va más lejos, es el que no sabe adónde va". Yo no sé lo lejos que llegaremos todos los que estamos aquí, en Málaga. No sé adónde vamos, si a Australia, a Suiza o a nuestra puñetera casa, pero sí sé dónde estamos: en un infierno terrícola: calor tropical... y polvo de ladrillo.

Polvo de ladrillo. Así conocen los argentinos lo que en España se denomina tierra batida y en Estados Unidos, red clay. Estos tremendos argentinos que, tiene uno la impresión, van a morder antes que perder.

Ellos, Gaudio, Zabaleta y el doble Calleri-Arnold, dicen una cosa con el colmillo retorcido y luego murmuran por lo bajini: "Vamos, vamos, a ganar por Argentina".

"Todos sabemos lo importante que es esta eliminatoria para nuestro país" Eso dijo ayer Zabaleta, de tatarabuelos vascos y del River Plate, a un periodista... argentino.

El semigallego Gaudio exhibe sonrisitas diplomáticas ante los españoles. Pero cuando habla con los suyos, que son los de Buenos Aires, le asoman la patita del lobo, la astucia felina del Gato, como le llaman, y la retranca gallega de su madre, Doña Marisa Canosa Insúa, de Fisterra, Galicia.

Sin Coria ni Nalbandián, lesionados, los argentinos, los herederos de Vilas, tienen clarísimo que van a morder como pumas de la Pampa... sobre el polvo de ladrillo. Y en una estructura digna de Blade Runner, bajo el calor húmedo de la Costa del Sol. Es un desierto rugiente de tubos y martillazos lo que hay junto al Martín Carpena: como una plaza de toros portátil.

Ahí, en ese caldero elemental, medio plaza de toros, medio coliseo, Ferrero (actual número uno mundial), Moyá (ex número uno) y el doble Costa-Corretja dirán desde hoy y ante 14.000 espectadores quiénes son en esta Davis. Y adónde van: si a Australia, a Suiza... o todos a casa.

El buen pueblo debe saber que Zabaleta, el tataranieto de vascos, le ha ganado a Ferrero y Moyá en este mismo verano. Que hubo un tiempo en el que el felino Gaudio devoraba a Ferrero, número uno mundial, pese a lo que pasó con Roddick en Nueva York.

¿Nueva York? Sí: esto de Málaga, semisalvaje, primitivo y junto a un aeropuerto se parece a la jungla de Flushing, pero en plaza de toros de polvo de ladrillo. Es día para números uno.