Angel Manuel Briñas lleva los sentimientos atléticos en la sangre. Briñas fue el fundador de la Escuela de Fútbol del Atlético. Ahora es el director adjunto de la misma, pues el director es Víctor Peligros, que está siempre a pie de campo. Briñas tiene su despacho en el Calderón y desde allí permanece atento a que todos los chavales estén atendidos. Briñas fundó la escuela en el Club Polideportivo Amorós, a finales de los años setenta. Entonces no había ningún convenio firmado con el Atlético. Pero el dirigente avisaba en cuanto algún chico sobresalía. Eran los tiempos de Rodri, de Rubén Cano como responsables técnicos del club madrileño. Llegaron nuevos dirigentes del fútbol base, como Antonio Seseña, descubridor de muchos chavales. Y en los noventa se pusieron los cimientos de la Escuela, ahora llamada Atlético de Madrid-Atlético Aviación. Briñas dice que no se cansa de su labor, a pesar de que a sus 71 años otros gastarían su tiempo en otras cosas. Peligros y Briñas tienen a su cargo 44 equipos y más de 750 niños. Orcasitas, Cotorruelo y el pueblo de Casarrubuelos, en el límite con la provincia de Toledo, son los escenarios donde se entrenan y se ejercitan los chicos. Aparte de la Escuela, el Atlético tiene ocho equipos de fútbol base (un alevín, dos infantiles, dos cadetes y tres juveniles). Los chicos que están en la Escuela deben ir ingresando en los conjuntos de fútbol base rojiblancos. Briñas recuerda que jugadores como Julio Prieto, López o Señor pasaron por el Colegio Amorós: "López empezó de delantero centro y era un gran goleador. Y luego decían que Antic le había enseñado a irse al ataque". Comenta que conoció las primeras andanzas de Torres en el Manzanares. Y se acuerda de jugadores como David del Prado, ahora en el Rayo Majadahonda, o Iván Encabo, Tomi, cadete de la escuela, que ha dejado el fútbol. Briñas se preocupa por ellos.