Está bien. Fuerte. Como un roble. El de la Zona Franca ha elegido los bucólicos parajes de Torrechiva, en el interior de la provincia de Castellón, para ponerse en forma y soñar que pronto volverá a estar donde a él le gusta, en la portería.

¡Cuánto tiempo sin verle la cara!

Sí. Hace muchos meses que me alejé de Barcelona. Necesitaba airear un poco la cabeza y comenzar una nueva etapa fuera del club de mi vida, donde he pasado once años.

Mucho tiempo...

Sí. Llegué allí de pequeño y tuve la oportunidad de subir a lo más alto, aunque no me dejaron consolidarme.

¿Cómo le va todo ahora?

Bien.

¿Cómo es un día en su nueva vida?

Muy sencillo. Madrugo, desayuno y me voy a entrenar por estos parajes. Después de mediodía, cocino un poco y luego descanso. Por la tarde viene Ismael, portero del Villarreal B y Carlos, del Burriana, y es cuando hago portería.

¿Quién le supervisa?

Fran Bonachera. Es un muy buen amigo que desde que llegué no me ha dejado solo ni un instante.

Eso está bien. ¿Se ve fuerte?

¡No me ve! Me siento muy bien físicamente.

¿Y mentalmente?

Perfecto.

Con todo este ajetreo, ¿no se siente extrañado de no entrenar con un equipo?

Claro.

¿Y por qué no encontró uno?

Hay una persona, llamada Julián Rubio, que parece que la ha tomado conmigo. Me está haciendo la cama constantemente. Fue el técnico del Elche, hasta que lo cesaron la pasada temporada. Nunca se creyó que estuviera lesionado. Además, siempre va diciendo cosas feas de mí.

¿Qué cosas?

Me llegan rumores de cosas indecentes. Dice que no soy un buen profesional.

¿Y algo más?

Ni lo sé, ni lo quiero saber.

Dice que tomaba cosas malas.

El primer sorprendido soy yo. Si realmente va diciendo esto me duele muchísimo. No quiero tener líos con nadie.

¿Entonces lo desmiente todo?

Usted hace muchos años que me conoce. Creo que no hace falta que diga nada más.

¿Por qué tanto silencio?

No quería hablar con nadie. No me apetecía. Deseaba aislarme de todo, como le dije antes. Sólo quería estar conmigo mismo. Conocerme un poco más. Salir de Barcelona. Lo que me ha pasado es muy duro de asimilar.

¿Y ahora? ¿Por qué habla?

Quiero que todo el mundo sepa que estoy limpio.

Deme una razón por la que no ha encontrado equipo.

¿Un nombre?

Vamos.

Julián Rubio.

Venga hombre. Parece que sea el malo de la película.

Mire, le explicaré. Tenía dos propuestas encima de la mesa. Una del Albacete y otra del Murcia. Cuando comenzamos a hablar, me consta que él se encargó de hablar mal de mí. Entonces los informes se fueron por tierra.

Eso está muy mal. ¿Por qué esa persecución?

No lo sé. Antes le hablaba de mi lesión de hombro.

Por cierto, ¿cómo se encuentra de sus dolencias?

Bien. Lo que le decía. Llegué con muchos dolores. Tantos, que cuando me visitó Juan Carlos González no me dejó volver a Elche.

¿Sigue la Liga?

Sí, claro.

¿Qué hizo el Espanyol en el último partido?

Lamentablemente perdió ante el Valladolid por 3-1.

Pinta feo.

¿Usted cree?

Es una opinión. ¿Es Erwin Lemmens un buen portero para el Espanyol?

Es un buen meta. Sí. Aunque también lo era yo y al final me despidieron.

¿Por qué?

Creo que no veían en mí la persona indicada para que diera confianza al equipo.

¿Salió decepcionado?

Sí. Desde siempre tuve muchas ilusiones en llegar arriba. Era un sueño.

Habla de sueños, ¿comenzó a despertar en Vitoria, cuando Turienzo Álvarez le expulsó?

Puede. Ahí se me colgó el sambenito de no saber controlarme. Situaciones como esas las hay a patadas en nuestro fútbol y no se resaltan tanto.

¿Firmó su finiquito con el Espanyol?

Sí.

¿Y lo tiene todo arreglado?

Claro.

Entonces. ¿No le deben dinero?

No. En ese aspecto el club siempre se portó muy bien conmigo.

¿Qué sabe de sus ex compañeros?

Nada.

¿Por?

Ya le dije que quería desconectar de todo. Seguro que me entenderán. Además, cambié el número de teléfono y no he podido atender a nadie.

El entorno de este pueblo sólo puede hacerle bien.

Me alegra que lo vea. Esta es mi segunda casa y me siento bien.

¿Se ha desesperado?

No. Siempre intento buscar el lado positivo de las cosas.

¿Y cuál es el mejor?

Mi familia. Me he dado cuenta de que es lo mejor que tengo. Si me fallara uno me hundiría. Lo demás siempre tiene solución. Espero poder darles una alegría y que este momento, en el que no tengo equipo, acabe pronto.

Volviendo al tema de sambenito que decía antes. ¿Cómo puede arreglarlo?

Siempre intenté dar imagen de tranquilidad. Estoy muy satisfecho de cómo acabé hace dos temporadas y de cómo comencé la anterior. Los entrenadores que tuve siempre me hicieron buenos comentarios y me quedo con eso.

¿Ha pensado en retirarse?

No. De momento quiero satisfacer mi aspiración de jugar en Primera o en Segunda. Sé que tengo cualidades. Si no puede ser iré donde me quieran.

¿Qué cosas más raras?

Me he visto metido en una historia que nunca he vivido. Me vi en un lío y no sabía qué hacer. Entre todos me confundieron, pero siempre he estado bien.

Nunca se esperaba que le pasara esto.

No. Estoy aprendiendo mucho y Argensó aún no ha acabado.