El delantero sevillano Rodolfo Bodipo vivió su día de mayor gloria en Primera. Marcó dos goles al Valladolid, fue objeto de un penalti, dio una asistencia de gol y envió un remate al poste izquierdo de Orcellet... Todo en 90 minutos y en su primer partido como titular esta temporada. Ayer lo celebró ante la Prensa: "Estoy muy contento. Pedía esta oportunidad desde el principio de temporada, la he aprovechado y ahora tengo que seguir trabajando. Son dos goles que me han dado a mí, y al equipo, mucha moral. Mis características son el desmarque, la rapidez y la potencia. Y todo me salió bien".

El delantero quiso dedicar sus dos goles a "dos compañeros del año pasado; si no llega a ser por ellos, me hubiera venido abajo. Son Pedro Munitis e Ismael". Ambos ya están fuera del club: el primero, al que intentó repesca el Racing, juega en el Deportivo. Al segundo no le quedó otro remedio que marcharse al Terrassa.

La presente campaña tampoco estaba rodando bien para Bodipo. Ni Alcaraz contaba con él ni estaba al ciento por ciento en el aspecto físico. Una inoportuna lumbalgia le tiene mermado. De hecho, se entrena con faja y hay determinados movimientos que no puede completar con normalidad: "Es una lumbalgia que sufro desde hace algunos años, pero que se ha agudizado en el último mes. Parezco un viejo con esa faja (se la puso durante el primer tiempo y se la quitó en el segundo), pero la llevo como puedo". El jugador hizo también un guiño a su afición: "A ver si les damos la segunda alegría de la temporada y ganamos al Málaga. Ojalá sigan mi racha y la del equipo".

"Guinea era una puerta"

Bodipo se incorpora en dos días a la selección de Guinea, dirigida por Óscar Engonga. Será su debut internacional que, lógicamente, le cierra el paso a España (tiene la doble nacionalidad): "Ésta era una puerta y tenía que abrírmela, por la ilusión que ha generado en el país el hecho de que descendientes que juegan en Europa vayan a la selección. Además, tengo ganas de conocer la tierra de mi padre. Guinea es un país pobre y la ilusión que puede generar nuestra presencia allí es mucho más grande que lo que podamos hacer".