Valverde no admite fallos en El Malecón

Copa del Rey | Gimnástica - Athletic

Valverde no admite fallos en El Malecón

El técnico convoca para Torrelavega a los jugadores habituales de la Liga

Escarmentado por la experiencia del año anterior, cuando el Real Unión le dejó en la cuneta, acude el Athletic a El Malecón para visitar al Gimnástica de Torrelavega, colista del Grupo I de Segunda B. Ernesto Valverde no quiere un disgusto y pone los medios para evitarlo. Así, se lleva a lo mejor que tiene, a los mismos que vienen jugando en Liga. "Habrá algún cambio, pero pondré un equipo de garantías", dijo sin querer dar pistas, si bien adelantó el concurso de Iñaki Lafuente en la portería. "Ya sabemos que el rival es de inferior categoría, pero hay que resolverlo allí y no vale tener un mal día. Siempre se dice esto, que son partidos complicados, pero cada año caen un montón de equipos de Primera en estas eliminatorias". Para el técnico bilbaíno se trata de una final, un término que se antojaría exagerado si no fuese porque realmente se juega a vida o muerte. Al parecer, no es el único que otorga a la cita semejante consideración, a tenor de los precios de las entradas dispuestos por el club cántabro.

Por su parte, si hay una competición que le gusta al Gimnástica ésa es la Copa del Rey. Hace unas cuantas temporadas, en la 2000–2001, fue la revelación del torneo al eliminar de forma consecutiva a Alavés y Las Palmas. Acto seguido se enfrentó en octavos de final al Barcelona y no se recuerda una entrada similar en el vetusto Malecón. Cerca de 12.000 personas (cuando el aforo es de 10.000) llenaron el estadio, acondicionado para la ocasión con gradas supletorias. Por aquel entonces Pepe Carrete era el técnico gimnástico y la eliminatoria estuvo muy igualada. Derrota mínima en Torrelavega y empate en Barcelona.

POR LAS NUBES: Entradas a 50 euros

El club cántabro ha querido tirar la casa por la ventana y hacer la recaudación del año con la visita de un histórico del fútbol español: el Athletic. Las entradas oscilarán entre 30 euros, la más barata, y 50, la más cara, aunque de momento la decisión de la directiva no ha encontrado la respuesta esperada por parte de la afición.