Agosto de 2002: parón veraniego entre Alemania y la República Checa. Ángel Rodríguez, Rodri, y Barberá son requeridos por los responsables del equipo Aspar de 125cc para pasar un control físico y de antidopaje. Sin apenas explicaciones, Rodri se cae del equipo y ya no vuelve a él nunca más, salvo para una incursión como invitado en el GP de Valencia de 250cc. Un año después, el ilicitano tiene casi asegurada su vuelta al Mundial del octavo de litro de la mano de Derbi y como relevo de Emilio Alzamora.
Derbi quiere que corra a lomos de una bala roja como wild card en el gran premio que cierra la temporada, el de Valencia, y ya con miras de futuro ha pensado en él como el sustituto de Alzamora para la próxima campaña. El ex campeón del mundo cambiará seguro de aires: puede volver a formar equipo con Matteoni, con quien ganó el título en 1999.
La trayectoria de Rodri en el Mundial se reduce a las dos temporadas pasadas. Llegó con 15 años de la mano de Aspar, que veía en él a "un Rossi en potencia por su talento", y con el que ganó el campeonato de España en 2001. Ese mismo año hizo una gran carrera en Australia luchando por la victoria. El pasado, que debía ser el de su consagración, se convirtió en un gran fiasco y el adiós momentáneo al Mundial. Derbi, inmersa este verano en su crisis más aguda, se acordó de él y le hizo probar su máquina a finales de agosto en Almería, junto a Julito Simón, Alzamora y Lorenzo. El segundo día sufrió una caída, pero el primero marcó el mejor tiempo, con dos segundos de ventaja sobre Alzamora. Su regreso es una buena noticia.
