Es pura garra. Toni Soldevilla, al que el doctor Ramon Cugat operó de su rotura del menisco externo de la pierna derecha hace tan sólo 20 días, ya comienza a correr con cierta soltura. Lo hizo ayer, en el campo Pérez de Rozas, mientras sus compañeros se pegaban un buen tute a las órdenes de Eloy Pérez, preparador físico. Desde la barrera, el central blanquiazul ve con envidia cómo sus compañeros pueden jugar cada fin de semana. "Me gusta competir y el no poder estar con mis compañeros cada domingo se me hace duro", asumió sin ningún complejo.
Bajo la supervisión de Manolo González, fisioterapeuta del primer equipo blanquiazul, Solde se ejercitó durante casi dos horas. Realizó carreras suaves y diversas caminatas, tal como se preveía en el inicial plan de recuperación. Está cumpliendo los plazos e incluso podría estar listo en menos de los dos meses que le diagnosticaron. Pero pese a que él se muere por volver a los campos, asume que deberá atenerse a lo que le aconsejen los servicios médicos del Espanyol: "Tal como está yendo todo, soy muy optimista. De todas maneras, una de mis virtudes o defectos es que quiero ir deprisa y debo ser paciente. Tengo que hacer caso al equipo médico que me está llevando y que me trata fenomenal, así que regresaré cuando ellos me digan".
Soldevilla es consciente de que el equipo está acusando su baja. El Espanyol no acaba de encontrar la seguridad defensiva que le permita terminar un partido sin encajar un gol. La pareja que se intuía como titular indiscutible en el eje de la zaga (Soldevilla-Alberto Lopo) todavía está inédita, dado que las lesiones lo han impedido. El ribereño quiere recuperarse a tiempo para que la solidez defensiva no llegue demasiado tarde: "Le devolveré la confianza a Clemente trabajando duro en mi recuperación para volver con prontitud".
González: "Le dosificaremos"
El propio Soldevilla sabe que se debe relajar, ya que su lesión es bastante complicada. Por eso se ha dejado completamente en las manos de los médicos del club. Uno de ellos, Juan Carlos González, el que más encima está de los jugadores, ratificó las palabras del central. "Ha empezado a caminar y a correr un poco, pero vamos a ir dosificándole, porque él todavía haría más cosas de las que puede hacer. De momento, todo va según los plazos previstos, incluso mejor, pero sigo manteniendo que el tiempo de baja para una lesión de este tipo es de dos meses", concluyó González.
