Gento fue el líder de esa generación de los ye-yés. Fue el capitán de ese Real Madrid que derrotó al Partizán y aunque el miércoles el homenaje será para todos, Gento será el objetivo principal por merecimientos propios. Es el único jugador de la historia del Madrid que tiene en su palmarés seis Copas de Europa, algo casi inalcanzable. Además tiene 12 Ligas, una Intercontinental, dos Copas de España y dos Latinas. Fue en 1953 cuando Bernabéu fichó a Gento por millón y medio de las antiguas pesetas y la cesión de Espina y Urcelay. Tenía poca experiencia en Primera y Bernabéu quiso cederlo, pero fue el propio Di Stéfano quien recomendó que el cántabro se quedara en la primera plantilla del Real Madrid. Rial y Puskas fueron los primeros en aprovecharse de las virtudes de La Galerna del Cantábrico.

En su primera temporada en el club disputó 17 encuentros. En las siguientes 16 temporadas jugó más de veinte encuentros de media. Una de sus características fue la regularidad. Gento fue imprescindible. La velocidad y la espectacularidad con las que hacia las cosas convirtieron a Gento en un fenómeno social de fama mundial.

Su mejor campaña fue la 59-60, en la que brilló en la final de la Copa de Europa ganada al Eintracht (7-3). En diciembre de 1960 dejó callado al Camp Nou con una de sus exhibiciones.

La FIFA le llamó para una selección mundial en 1963 para disputar el Centenario de la Federación inglesa. La delantera fue: Kopa, Law, Di Stéfano, Eusebio y Gento. El cántabro fue el nexo de unión de la generación de Di Stéfano con la de Amancio. A lo largo de su carrera, Gento ya ha recibido dos homenajes, el del miércoles será el tercero. El primero fue el 1 de septiembre de 1965, en un encuentro ante el River Plate. Llevaba 12 años en el club. Ganaron los madridistas por 3-1 y Santiago Bernabéu le impuso la medalla al mérito deportivo. El segundo fue el 14 de diciembre de 1972. Coincidió con el 25 aniversario del Bernabéu. Gento se despidió del madridismo ante Os Belenenses. El triunfo fue blanco, con goles de Gento y Pirri. El miércoles, el Bernabéu se volverá a rendir a uno de los galácticos de los sesenta.