El aficionado está cansado

El aficionado está cansado

Da la sensación que los aficionados del Tenerife y de Las Palmas empiezan a estar agotados de que sólo hablemos de problemas económicos. La actualidad deportiva hace mucho que está en segundo plano. Esta es la única causa que justificaría la escasa asistencia de espectadores al Heliodoro (las diferencias entre los partidos televisados y no televisados son mínimas). Por primera vez en años le está dando oportunidades a la cantera; ha puesto las entradas asequibles y los resultados hay que calificarlos de positivos.¿Qué ocurre entonces? La realidad de la institución no se puede ocultar pero las palabras "crisis", "quiebra técnica", "desaparición", "disolución" tampoco motivan.

Los aficionados no tienen culpa de la situación de los dos clubes. Las cifras que se barajan para la salvación son tan desorbitadas que el aficionado siente que su aportación no es relevante. Todo pasa por vender Barranco Seco y la Ciudad Deportiva de Geneto, por avales del Gobierno de Canarias o por utópicas ampliaciones de capital.

Quizás muchos están enfriando sus sentimientos hacia estas dos instituciones para no sufrir si ocurre lo peor. En otros sitios pensaron que aparecería una solución milagrosa, pero no fue así. Yo me resisto a aceptar que esto acabe como en Oviedo, Santiago, Burgos o Logroño.