Moyá, borrado por su clon: Feliciano

Tenis | Masters de Madrid

Moyá, borrado por su clon: Feliciano

Moyá, borrado por su clon: Feliciano

chema díaz

Con saques de hasta 214 km/h y con un atleticismo deslumbrante, López sigue ganándose el sitio en la Copa Davis y hoy asalta a Roger Federer

Al principio, incluso fuera del tenis, Feliciano López parecía el sparring partner de un tío tan atractivo como Charly Moyá. Compartían ese aire suave del superdotado lleno de clase y facilidad atlética...

Pero ahora, el profesor Moyá, que ha compartido piso, horas de amistad y muchísimas cosas con Feliciano, ya puede mirarse bien en el espejo y revisar lo que ve. Y es algo más que su clon estético. Es el replicante que lo ha borrado del Masters de Madrid y que ya siembra la duda para la batalla final de la Davis.

Feliciano abatió a su ex compañero de piso por la misma razón vital y carnal que colocó a Kobe Bryant como sucesor de Jordan en casi todo. Atléticamente, Feliciano tiene respuestas para casi todo. Ayer llegó a sacar hasta a 214 km./h. Firmó 17aces: a 207 o 208, por ejemplo. Y con su primer saque ganó el 86% de los puntos. Frente al replicante Feli, no Roy, Charly Moyá, como el más desvalido Harrison Ford, sólo opuso algún saque a 200 kilómetros pelones. Cuatro aces (17-4, recuerden). Y sólo el 72% de sus puntos en los primeros saques.

Moyá sólo rompió una vez el saque de Feliciano, en el décimo juego del primer set. No lo volvería a hacer, enfrentado a una descarga de fusilería y a su eterno problema con el revés, además de algún error de los líneas. Y perdió, claro...

Federer. Absolutamente confortable en una pista que para él ya es un talismán, Feliciano dictó el rumbo con voleas acrobáticas y saques con ecos de disparos de rifle en un bosque animado. Animado sobre todo por esas señoras libidinosas que, cuando ven a Feliciano en la Casa de Campo, se ponen como Meg Ryan con el plátano de Billy Crystal en la famosa película When Harry Met Sally: Cuando Harry encontró a Sally. Es digno de ver. Lo de las señoras, digo. Tengamos indiferencia a lo carnal.

Cuando Feliciano encontró su ritmo de saque y no a su novia María Antonia, se acabaron los plátanos y empezó la estampida: 6-1 en el segundo set, tras el 7-6 que Moyá había arrancado en el primero con penas y fatigas... y 7-5 para rematar ell asunto con tiros de grafito enriquecido a las velocidades que ya hemos contado: más dignas del Jarama que de la dichosa Casa de Campo.

Feliciano dijo adiós a Charly, hasta Australia y hoy se las ve con Federer, al que estuvo cerquita de apretar mucho en el último Wimbledon: que ganó Federer, por cierto. Me da la impresión de que Feliciano puede enseñarle hoy a Federer la bola y decirle: "la verás, pero no la restarás". Además, dicen que hoy vuelve Beckham. En algún lugar de Inglaterra ya debe estar jugando algún niño así de guapo y, seguramente, más alto. Ya le ha pasado eso a Moyá.