En blanco y negro

Yo digo | Carmelo Ruiz

En blanco y negro

Sobre la cancha dos grandes jugadores (uno mejor que otro) pero también dos modelos, dos sex symbols de la raqueta. Carlos Moyá y Feliciano López son dos tenistas muy bien parecidos y eso se ha convertido en un filón para Nike, la casa que los viste. Por eso ayer, en este duelo fratricida, se cuidó el mínimo detalle hasta en la ropa que vestían. Moyá y Feliciano eran como una fotografía en blanco y negro y su negativo. Charly vestía con cinta blanca en el pelo, camiseta negra (sustituida después por una celeste) y pantalón blanco, mientras Feli usaba cinta negra, camisa blanca y pantalón negro. Así el Rockódromo se convertía en una especie de Pasarela Cibeles para esta ropa deportiva.

Al tiempo, mallorquín y toledano hicieron también una magnífica publicidad del tenis como espectáculo deportivo. El partido lo tuvo todo: potencia en el saque, mala uva en los restos, aviesas intenciones en las dejadas y hasta las típicas protestas de Feliciano. Así, los diez mil espectadores que llenaron la cancha madrileña, esos a los que denostó el bien ido Ferreira, disfrutaron con cada golpe. Con partidos como el de ayer, el Masters Tennis de Madrid acabará calando definitivamente en la sociedad madrileña y sería bueno empezar a pensar en ejecutar la cláusula por el que el torneo podría quedarse en la capital hasta 2011.