Lamentablemente, el dictador murió antes de que el Barça cumpliera su glorioso centenario. Porque de no ser así, Núñez hubiera estado encantado de visitar El Pardo y librarle la tercera medalla de oro del club, junto a sus fieles Gaspart y Domènec (antes Domingo) García. ¡Incluso Pulido y Brugueras hubieran viajado entusiasmados por motivos obvios! Es decir, que salvo sorpresas de última hora, Franco tiene más medallas del Barça que del Espanyol y un turbio pasado azulgrana: le encantaban Samitier y el gran Juanito Segarra y, con él, los culés ganaron cinco copas seguidas de manera harto sospechosa: Copa, Liga, Copa, Liga y Copa, entrando los 50. Y no porque las ganaran en mala lid, sino porque como no ha vuelto a repetirse la conquista, la cosa invita a pensar mal.

Total, que Salazar ha vuelto a escribir la historia como se debe: con el respeto debido a la verdad. Como hizo cuando el asunto Di Stéfano; con Sunyol, fusilado cuando ya no era presidente del Barça y, desde luego, no por haberlo sido, o con las cinco recalificaciones, cinco, que entre el Gobierno franquista de la época y el Ayuntamiento barcelonés también franquista concedieron al Barça para que vendiera Les Corts y levantara el Camp Nou. Continuará...