Moyá logra el punto de la esperanza

Tenis | Copa Davis

Moyá logra el punto de la esperanza

Moyá logra el punto de la esperanza

El español se ha impuesto a Philippoussis por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6.

Carlos Moy­á ha alimentado las opciones españoles en la final de la Copa Davis, que se disputa en la Rod Laver Arena y que enfrenta a la 'Armada' ante Australia, al restablecer la igualdad al término de la primera jornada después de su victoria ante Mark Philippoussis por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (7/4) en tres horas y trece minutos.

El tenista mallorquín expuso la paciencia como principal aliada para imponerse a un Philippoussis que parecía intratable en hierba, su final este año en Wimbledon así lo avalaba, y el trabajo del español terminó por dar sus frutos.

Moy­á, convertido en 'héroe' de la 'Armada' después de las semifinales ante Argentina, volvía a enfudarse el traje del líder del equipo hispano, que por primera vez tras tres finales en tierras australianas consiguió un punto durante la primera jornada.

Nunca le había ganado en superficie rápida

El mallorquín, que nunca había conseguido la victoria ante Philippoussis en superficie rápida, sin embargo, demostró tener aprendida la lección y desplegó todo su potencial en el resto.

Unas devoluciones ante las que el australiano, líder de su equipo en la última final en la que estuvo presente, en el 99 en Niza, se mostraba impotente. Así, la rotura del mallorquín llegó en el noveno juego, mientras que su rival no daba síntomas de poder poner en peligro a un Moy­á muy solvente con su servicio.

El partido continuó por los mismos parámetros durante la segunda manga. En donde Moy­á acrecentaba su dominio. La motivación del balear en la competición restaba importancia a su escasas apariciones sobre la hierba en las últimas temporadas.

El español lograba una nueva rotura que volvía a ser definitivo y como había sucedido con Ferrero, en el primer envite de la jornada, dominaba el choque demostrando que con el paso de los años algo cambia dentro del tenis hispano.

El cansancio apareció en el tercer set

Sin embargo, el partido comenzó a complicarse en la tercera manga. Menos acertado con su saque, el cansancio hacía mella, las dobles faltas, hasta el momento ausentes en su tenis, aparecían entre las estadísticas de Moy­á y de eso se aprovechó un Philippoussis necesitado de encontrar resquicios en su rival.

Se llegaba a una cuarta manga donde la igualdad ponía en peligro la necesitada victoria español. Ambos jugadores mantuvieron su saque hasta el desempate, donde de nuevo, sobrevolaba el fantasma de que sirviese de punto de inflexión como antes había ocurrido a Ferrero ante Hewitt.

Sin embargo, Moy­á ofreció su cara más sobria. Sin errores presionó a su rival y remontó un 2-0 inicial para hacerse con la victoria y fijar el empate al término de la primera jornada de una final, que curiosamente sigue el mismo desenlace que la que se vivió en Barcelona en 2000. Ahoren la resolución de la final.