Ya nos veremos

Ya nos veremos

Amí me da igual las veces que subió al podio o las etapas que ganó en la Vuelta. Yo sólo sé que durante todos los años que le he conocido me lo he pasado realmente bien. Tenía una visión distinta de lo que era el ciclismo. Disfrutaba igual cuando se empinaba la carretera que cuando llegaba al hotel después de la etapa y tenía un rato libre.

Muchos le criticaban cuando competía por su forma de compaginar su profesión con su vida privada, pero yo creo que lo que en verdad sentían era envidia porque él hacía lo que quería en cualquier momento y encima lograba las victorias que se proponía. Tenía suficiente descaro y rebeldía como para decir lo que pensaba en cada momento y cuando estaba en forma le daba igual quien fuera su rival o su compañero. Si podía ganar, lo intentaba hasta que reventaba. Y así fue como se ganó el cariño del público.

Yo creo que nunca olvidaré algunas expresiones suyas, ni las batallas que contaba sobre lo que hacía. Era muy de él echar unas carcajadas en mitad del pelotón sin motivo aparente. Se pasaba el día entero riéndose de los demás y con los demás y siempre tenía salida para todo. Para mí era un monstruo en todos los sentidos y nunca le olvidaré. Así que estés donde estés: tranquilo, que tarde o temprano llegaremos todos y echaremos unas risas.