Esto en judo es un Ushiro-nage, o lo que es lo mismo, un control y una proyección hacia atrás". Alberto Blanco, el presidente de la Federación Española de Judo, no tiene ninguna duda: "Marchena le hace penalti a Raúl. Le derriba claramente. El árbitro incluso debería haber expulsado al valencianista...". Ayer, la portada de AS mostraba la secuencia fotográfica que justificaba la validez del penalti que señaló Tristante Oliva el domingo en el Bernabéu. Las imágenes asemejan la acción entre los dos futbolistas con una llave de judo, y dos cinturones negros lo demostraron.
La clave está en el bloqueo que Marchena le hace a Raúl en tres puntos de su cuerpo: el hombro, la cadera y el pie. "Marchena está bloqueando el hombro, e incluso el cuello de Raúl, ayudándose con su codo. Mientras continúa el movimiento del brazo, el hombro se lo tiene totalmente controlado y le está presionando con la cadera. Además, levanta el pie y le echa hacia atrás. Literalmente, le engancha la pierna", explicaron José Luis e Iván mientras veían las imágenes y llevaban a cabo la demostración. "Esta acción hace que Raúl pierda el equilibrio totalmente y por eso termina cayendo al suelo", añadieron.
En judo, no es falta. Aunque en fútbol esta acción es penalti, en judo no se sancionaría como falta, porque el desplazamiento con la pierna es hacia atrás. Sin embargo, el pasado domingo en el Bernabéu, Marchena derribó a Raúl. Con las fotografías de AS en sus manos, los judokas despejaron cualquier duda: "Se aprecia perfectamente: bloqueo, desequilibrio y caída. Penalti justo".
Expertos en la materia
Alberto Blanco, el presidente de la Federación Española de Judo, comentó las fotografías de AS. Es cinturón negro de judo y el año pasado se examinó para obtener el sexto dan. Mientras, Iván Ninou y José Luis Valcárcel, expertos en la materia, practican el Ushiro-nage, la técnica que realizó Marchena sobre Raúl. Iván es cinturón negro y segundo dan. José Luis es cinturón negro, sexto dan y profesor de judo. El escenario elegido para llevar a cabo la demostración fue la sede de la Federación Española de Judo. Allí, los judokas afirmaron que, ante una acción como esa, "no tienes nada que hacer. Caes derribado seguro".
