Presente de lujo y futuro lleno de garantías. Fue lo que reunió ayer José Ramón de la Morena en El Larguero. Zidane, Pavón y Mejía visitaron la Cadena SER como máximos representantes de la política deportiva que tan buenos resultados le está dando a Florentino Pérez en el Madrid. El eslogan de ZP (Zidanes y Pavones) triunfa por donde va, aunque resulta curioso ver cómo a ninguno de los protagonistas les gusta. Zidane fue el primero en pronunciar: "No me gusta lo de ‘Zidanes y Pavones’ porque todos somos iguales, pero si a la gente le gusta no pasa nada...". Francisco Pavón, la otra a otra mitad del mensaje, coincidió con su compañero, aunque matizó: "Personificar tanto es hacer de menos al resto. Me gusta que salga gente de la cantera y que fichen a jugadores contrastados como Zidane. Lo que más me gusta del eslogan es que mi nombre esté al lado del de Zizou".

Los inicios. Si uno repasa el arranque de las carreras de Zidane y Pavón, en ambos casos hay coincidencia: la ilusión y la ayuda de los más cercanos. Zidane le contó a De la Morena quién le apadrinó: "Era el entrenador de un equipo mío. Siempre me llevaba él. Me conoció en la calle, en Marsella. Era de un barrio cercano al mío. Murió hace dos años. A mis padres les gustaba que jugara al fútbol. Para ellos lo más importante era estudiar, pero cuando uno juega al fútbol no hace cosas malas. Mi padre no estaba mucho conmigo. Trabajaba mucho. Este hombre era como mi padre porque me decía todo. Luego, en el Cannes, empecé a entrenarme con los profesionales. Tenía 16 años y no estaba asustado, pero siempre imponía. Había un jugador, Luis Fernández, que me impresionaba. Era un chuleta (risas), pero se portó bien conmigo. Me hizo bromas y todavía me las sigue haciendo".

El inicio de la carrera de Pavón es más reciente en el tiempo: "Empecé a jugar en Getafe con 8 años y con 10 llegué al Madrid. Mi padre tenía que cambiar horarios. Trabaja en una fábrica y quería que yo jugase al fútbol. Jugar en Primera es un sueño desde pequeño. Hay que tener confi anza en uno mismo. El tiempo y la experiencia te abren paso".

Y así llegó a la primera plantilla del Real Madrid, donde se encontró con Zidane. Para el francés son todos los elogios del canterano: "Es un fenómeno. El mejor jugador que he visto y como persona es mejor aún. En el vestuario somos todos iguales, porque entre compañeros no hay clases". Que se lo digan a Mejía, quien en su primer día de entrenamiento con la plantilla de Queiroz tuvo que cambiarse frente a la taquilla de Zidane: "Impresionar me impresionó. Me cambié en frente suya. Es uno de mis ídolos. Luego lo vives todo más normal". Y Zizou, todo sencillez, también lanzó sus flores a los dos chavales: "Yo puedo decir lo mismo de los dos. Son buenos jugadores, pero son mucho más interesantes como personas. Son tímidos y no hablan para decir tonterías. Para nosotros es importante que dentro todos seamos iguales. Cada uno tiene su trabajo. Cuando Paco juega hace lo suyo y Mejía, igual".

La cantera. La política de Pavones da vida a los canteranos. Zidane respalda a Florentino Pérez cuando Manolo Lama le pregunta si la del Madrid es la mejor cantera del mundo o si coincide con Queiroz cuando éste solicitó una cantera de élite: "Para mí sí es la mejor pero no se puede comparar con la cantera del Cannes, en la que hubo muchos jugadores que salieron, como Vieira. Llevo tres años aquí y también veo a los que no se entrenan con nosotros y puedo decir que hay jugadores impresionantes, incluidos los pequeños". Entre ellos está su hijo Enzo, que juega en categorías inferiores: "A veces los voy a ver. Le tratan como los demás. Es más joven porque tiene seis meses menos. Hay que dejar a los niños jugar. Mi hijo juega de mediocentro. Yo no le digo nada. Que se divierta". Cuando Paco González les pregunta qué envidian unos de otros, Zidane bromeó: "Yo envidio de ellos... el pelo (risas)".

La conversación recupera el tono serio al salir el tema del doping: "Yo no he visto nada de esas cosas. Si estás en un club tienes una relación buena con el doctor. Nunca me han hecho tomar nada que no sepa lo que lleva dentro. Cuando uno toma una cosa sabe lo que es". Pavón también dio su opinión al respecto: "No sé qué médicos del ciclismo han llegado al fútbol. Claro que nos dan vitaminas, pero las normales. Siempre sabemos lo que tomamos. Sobre el tema Gurpegui hay muchas versiones".

Compromiso. La seriedad de la entrevista se mantiene cuando De la Morena les pregunta sobre el terrible atentado que sucedió en Madrid el 11 de marzo. Zidane elogia al pueblo español: "Lo sucedido ha confirmado lo que pienso de los españoles. Es un país muy unido contra las cosas malas. Nunca antes en mi vida había visto salir tanta gente a la calle para decir NO. Seguí toda la información que daban por televisión y estás asustado porque cada hora que pasa te dicen cosas peores. Se te ponen los pelos de punta". Zidane vive muy atento a la actualidad y no es ajeno a uno de los grandes males que asolan el mundo: "Me preocupa todo el terrorismo. Espero que no se vea a la gente magrebí distinta porque no todos son malos".

Para terminar, Zidane explica cuáles son sus costumbres en España: "No salgo mucho. Voy a llevar al pequeño al colegio y mi mujer lleva a los mayores A mí me gusta cómo huele España".

Pavón tiene claro lo que esperan del futuro deportivo. "El objetivo es llegar al máximo nivel, que no signifi ca llegar a jugar como Zidane". Mejía también tiene ideas fi jas al respecto: "El objetivo es tener un nivel reconocido dentro del fútbol".

Después de una hora de conversación, el presente y el futuro del Real Madrid se marcharon Gran Vía abajo.