Spitz ve "plausible" no ir a los Juegos

Olimpismo | Estados Unidos

Spitz ve "plausible" no ir a los Juegos

Spitz ve "plausible" no ir a los Juegos

El ex nadador advierte que EE UU puede renunciar a Atenas por seguridad

Mark Spitz hizo temblar ayer los cimientos de la agitada Atenas con una velada amenaza de deserción de Estados Unidos en los próximos Juegos por razones de seguridad. "Hace seis meses, yo hubiera dicho que era una hipótesis muy improbable, pero cada día que pasa va siendo más plausible. Eso sí, se produciría sólo en el último momento", dejó caer la gloria olímpica americana a la BBC a 106 días de que la llama inflame el pebetero. Spitz, ahora dedicado a la promoción inmobiliaria en las lujosas colinas de Berberly Hills, continúa colaborando con el Comité Olímpico de Estados Unidos, sobre todo en labores de promoción, por lo que sus palabras no deberían caer en saco roto. Cuestionado sobre la posibilidad de que el Gobierno de George Bush decidiese retirar a su país ante la amenaza de ataques terroristas, el mejor nadador de todos los tiempos soltó otra frase demoledora, si es que sus informaciones son fiables: "Sabemos que hay muchas posibilidades de que ocurra algo en Atenas".

Y todo a pesar de que los juegos griegos estarán blindados con un presupuesto en seguridad de 650 millones de euros, una cifra que triplica lo dedicado en Sydney, y con una ayuda excepcional de la OTAN. El Gobierno griego pidió la ayuda de la Alianza tras los atentados del 11-M en Madrid y ésta ofrecerá cobertura aérea y marítima durante los Juegos. Aún así, y pese las advertencias de Eleftherios Ikonomou, portavoz del ministerio de Orden Público griego, de que "está prohibida la presencia de agentes de seguridad extranjeros para la protección de deportistas", algunas delegaciones están sopesando la idea de quebrar esta norma. En concreto, Estados Unidos, Inglaterra y Francia ya han hecho público su deseo de contar con protección propia. La psicosis terrorista ya ha levantado algunas voces como la de Spitz.

Ganó 7 oros en Múnich, donde hubo un atentado

Mark Spitz dejó una huella indeleble en la historia olímpica en los Juegos de Múnich 1972. Allí consiguió siete medallas de oro y batió siete récords mundiales, por lo que es considerado uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Pero esos fueron también unos juegos negros, manchados por el terrorismo fundamentalista. A cinco días de la clausura, un comando palestino se introdujo en la villa olímpica donde se alojaba la delegación de Israel. Al final, el suceso se saldó con la intervención de la Policía alemana y la muerte de once deportistas israelíes. La competición fue suspendida 24 horas e Israel abandonó los Juegos.