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Ciclismo | Giro 2004

Segunda victoria de Petacchi y caída de Cipollini en el esprint

Petacchi se ha impuesto a McEwen en un esprint que se ha visto condicionado por la caída de Cipollini a 300 metros de la meta. Gilberto Simoni mantiene la maglia rosa.

Actualizado a
<b>CAÍDA.</B> Varios corredores, entre ellos Cipollini, se han visto implicados en una caída en la recta de meta que ha privado a Astarloa luchar por la victoria.

El italiano Alessandro Petacchi, del equipo Fassa Bortolo, dejó claro que en estos momentos es mejor esprinter del momento y en la cuarta etapa del Giro'04, volvía a imponer su fuerza y anotarse la segunda victoria en esta edición lo que hacen ocho, con la media docena que logró el año pasado.

Petacchi, que sufrió un pequeño percance a mitad de carrera dando con sus huesos por los suelos, se repuso y a pesar del trabajo extra que tuvieron que hacer sus compañeros de equipo y él mismo, no lo acuso en la parte final, condicionada por la lluvia y en la cual se produjeron numerosas caídas, una de ellas a poco menos de unos 300 metros para el final y que dejó cortado el todopoderoso Mario Cipollini.

Ese corte hacia más fácil el triunfo de Petacchi, pues otro de los aspirantes al triunfo, el campeón del mundo el español Igor Astarloa (Lampre), no quedaba cortado pero tuvo que hacer una maniobra que le apartaba de la rueda del mencionado Petacchi y del australiano Robbie McEwen.

Los 184 kilómetros, entre Porretta Terme y Civitella di China, fueron recorridos por Petacchi en 4 horas, 55 minutos y 40 segundos, mismo tiempo que McEwen y los italianos Simone Cadamuro y Marco Zanotti que daban tiempo al grupo principal. La general no sufre cambios en sus primeros puestos y sigue comanda por el ganador de la edición anterior, el italiano Gilberto Simoni (Saeco) seguido de su compatriota y compañero Damiano Cunego a 13 y el ucraniano Yaroslav Popovych a 21.

Aburrida

La cuarta etapa del Giro, dedicada al mítico Gino Bartali, fallecido hace unos años y uno de los grandes del pelotón en la década de los años 30 y 40, resultó la más sosa y aburrida de cuantas se han disputado hasta el momento. Un homenaje al "Monje Volador" que mereció algo más de emoción.

Los organizadores del Giro han decidido que, en lo sucesivo una jornada de la carrera bien tenga como salida o llegada una ciudad de la región de la Toscana, tierra natal de esa leyenda del ciclismo que es Bartali.

La zarabanda no llegaría hasta bien entrada la carrera, hacía el kilómetro cien, cuando comenzaron los tirones, sin éxito y fue una caída del italiano Alessandro Petacchi (Fassa), vencedor de la primera etapa y considerado el mejor esprinters del momento, el que abrió la caja de los truenos.

Sus más directos rivales, lejos de levantar el pie como se hacía antaño lo avivaron. Petacchi era esperado por la totalidad de sus compañeros de equipo, pero paso un auténtico calvario para salvar el suave puerto de Sugame, por cuya cima coronaba primero su compatriota Alessandro Vanotti.

Escapadas

Hubo numerosos intentos de escapada que no fueron a ninguna parte, pues Petacchi, con algún que otro problema había entrado en el grupo principal y su equipo comenzó a marcar el ritmo de caza para neutralizar a los corredores que iban por delante y al mismo intentar bloquear la carrera para resolver la etapa en una llegada masiva.

En el tramo final de la carrera, en el circuito de once kilómetros, Petacchi y los suyos ocuparon los primeros puestos del pelotón a un ritmo endiablado. El motivo no era otro que lo mejor es un ataque para evitar otro, es impedir que algún valiente buscara desde lejos la victoria y les estropeara la fiesta.

Una táctica que le dio resultado, pues Petacchi volvía a ganar con facilidad, aunque en esta ocasión tuvo la suerte a su favor como consecuencia de esa caída que le elimino a dos rivales como Cipollini y Astarloa.